martes, 29 de marzo de 2022

1-2 Marzo 2022. Ruta circular por la Alta Garrotxa.

Hace tiempo que teníamos pensado hacer una travesía por la Alta Garrotxa. Ya habíamos estado por la zona hace un par de años y nos encantó. Antonio había visto en Wikiloc una ruta bastante exigente que enlazaba Beget con Beuda, haciendo el Comanegra, Puig de les Bruixes, Puig Bassegoda y Mare de Deu del Mont. En total un recorrido de 40 kms y 3000 m de desnivel positivo y que bautizaron con el pomposo nombre de "Els Annapurnes de l´Alta Garrotxa". Nos llamó la atención, aunque éramos conscientes de que sería una ruta larga y dura, en la que problablemente nos perderíamos en algún tramo y que posiblemente se nos haría de noche. Tenemos doce horas de luz solar y aunque de entrada este tiempo debería bastar, sabemos que con estos desniveles los quilómetros no se hacen tan rápido. Para llegar hasta Beget decidimos hacer una primera etapa desde Beuda por zonas más bajas de la Alta Garrotxa.



Día 1. Beuda-Beget. 35 kms +1224 m.

No sabíamos con exactitud la distancia de esta etapa ni el desnivel que teníamos que afrontar. Mirando el mapa ya vimos que no debíamos subir a cotas altas. Aún así, salimos temprano de Terrassa y antes de las 7 de la mañana iniciamos la marcha desde Beuda. Mirándolo en perspectiva, es evidente que salimos demasiado pronto, aunque también es verdad que aprovechamos para tomárnoslo con calma y pararnos a disfrutar de la magnífica vegetación de la zona.


Hacemos el primer tramo hasta Tortellà siguiendo una ruta editada en Wikiloc. Salimos de Beuda (338 m) por la carretera que conduce a Besalú, pero a los pocos metros tomamos una pista asfaltada a la derecha. Seguimos esta pista un rato hasta que encontramos palos indicadores que nos llevan por sendero. Es un tramo bastante llano pero que cruza varios tramos de rieras que nos hacen subir y bajar en algunos puntos. Pasamos por  Sales de Lierca y llegamos a Tortellà. Aquí, debemos encontrar las marcas del GR1 y seguirlo hasta el Coll de Palomeres. Lo encontramos en la parte baja del pueblo, lo seguimos y paramos para comer algo en el magnífico Pont de Llierca. Hace años que había estado bañandome en familia en las gorgas bajo el puente. Es un puente románico, que se ha consevado hasta nuestros días y que es un importante cruce de caminos. 


Pont de Llierca

Nosotros seguimos por el GR1 y vamos cogiendo algo de altura, aunque de forma suave y progresiva. Pasamos por Coll Pregon (553m) hasta alcanzar el Coll de Palomeres (615 m). Aquí debemos dejar el GR si somos capaces de encontrar el sendero que pasa por Aiguabella y nos lleva hasta el Pla d´en Pei. Si no lo hacemos, nos queda la opción de seguir el GR hasta Oix. Nos cuesta encontrarlo, pero después de seguir por una pista y dar media vuelta lo intuimos detrás de unos hilos eléctricos para ganado. Se encuentra prácticamente en el mismo collado. Al principio está poco marcado pero poco a poco se va haciendo un camino evidente. Después de rodear una masía (está señalizado) llegamos al valle que sube de Oix y tomamos el camino hacia la derecha. Hay bastantes carteles indicadores en este tramo. Seguimos hacia el Pont Trencat y aquí seguimos a la izquierda por el PR C-186. Podíamos haber elegido subir por El Grau de les Escales que a priori parece más atractivo, pero nos lo hacemos fácil. Vamos subiendo y llegamos a la Palanca de Samsó, donde nos cruzamos con el GR11 proviniente de Talaixà. Aquí paramos a comer y a relajarnos un rato cerca del agua y disfrutando de los rincones repletos de vegetación, con los troncos de los árboles cubiertos de musgo. Esto les confiere un aspecto muy especial.

Coll de Palomeres


Llevamos ya mucho rato con este tipo de vegetación y nos maravillamos con esos bosques que parecen salidos de un cuento de hadas. Pasamos también por una zona donde las encinas se abren camino entre la roca, confiriéndoles unas formas cuanto menos curiosas y muy llamativas. Una de esas encinas nos recuerda a un elefante, y la corteza le da un aire a su piel rugosa. En fin, que tenemos tiempo para recrearnos. 





Nos desviamos del GR11 durante un tramo para ver los robles monumentales de una zona llamada Hortmoier en la que se encuentra la ermita de Sant Miquel d´Hormoier, a la que no llegamos.


Hortmoier



Después de esta visita volvemos al GR. Pasamos la Collada de Muls (659) y bajamos hasta les Planes d´en Batlle, desde donde, por carretera llegamos a Beget (541 m), un pueblo precioso. Nos dirigimos al Hostal El Forn, donde dormiremos y cenaremos. Es pronto, contando todas las paradas hemos tardado  ocho horas y media. No nos hemos encontrado a nadie en todo el camino. Bueno sí, a una pareja mayor con un perro a la altura de Sales de Llierca, al inicio de la etapa. Hemos llegado pronto y nos da tiempo para aburrirnos, que tampoco está mal. Durante la cena, una mujer y sus dos hijas, parecen bastante apuradas con los problemas de conexión debido a una wifi débil. Problemas de estos tiempos.

Beget


Día 2. Beget-Beuda. 50 kms +3000 m.

La idea era salir lo más temprano posible. Tenemos por delante un etapa dura y exigente: "Els Annapurnes de l´Alta Garrotxa", nada más y nada menos. En el hostal no nos pueden preparar el desayuno hasta las 7 de la mañana. Lo entendemos, tampoco se van a pegar el madrugón solo por nosotros y aunque nos ofrecen dejarnos algo preparado, preferimos desayunar mejor y esperar hasta esa hora. Nos regalamos unos huevos fritos con bacon y mientras comemos, comentamos con el dueño del hostal si eso de casi no tener wifi no supone un problema en los tiempos actuales. El nos responde que algunas personas han anulado la reserva al llegar aquí, ante las dificultades para acceder a una conexión satisfactoria. El hostal tiene wifi propia y además en el pueblo hay wifi pública, pero parece ser que a veces fallan. Comento todo esto porque me llamó la atención la situación y es verdad que hoy en día es un problema para algunas personas no disponer de una conexión fiable. Yo sí que me pude conectar para dar el parte del día a Mayte.

Collada Fonda, cerca del Puig de Comanegra

Después de una animada conversación con el dueño del hostal sobre como es la vida en un pueblo tan pequeño y de tomar un café nos despedimos. Ya son las 7:30 y deberíamos ir haciendo camino, más teniendo en cuenta lo que tenemos por delante. De entrada, una subida hasta el  Puig de Comanegra de 1000 m de desnivel. El camino pasa por la puerta del hostal, la tarde anterior estuvimos mirando desde donde debíamos salir de Beget.


Puig de Comanegra


Tomamos el sendero y llegamos a la pista que sube a la Bassa de Monars. En una curva, en el Collet del Sunyer, cogemos un sendero a la izquierda y vamos subiendo por bosque y prados herbosos hasta el Collet del Clotic (973 m) y más adelante llegamos al Coll de Boix (1186 m). Seguimos por sendero hasta la Collada Fonda (1326 m) con buenas vistas del Canigó nevado y las últimas montañas del Pirineo antes de llegar al mar. Desde aquí coronamos El Puig de Comanegra (1557 m). 

Puig de Comanegra

Bajamos un poco y vamos careneando hasta el Puig de les Bruixes (1393 m) y desde aquí hasta el Coll de Sant Marc (1255 m). Descartamos hacer cima, ya que ya habíamos estado en ella y por hoy ya tenáimos bastante camino. En aquella ocasión no fuimos capaces de encontrar el camino hacia Les Bruixes. Estuvimos al lado pero estaba un poco tapado y no lo vimos. Esta vez pudimos desvelar el misterio. 

Puig de les Bruixes



Desde el Coll de Sant Marc tomamos el camino que en aquella ocasión habíamos hecho de subida. Vamos a buen ritmo y nos sentimos bien, también influenciados por la belleza del entorno. Bajamos por el camino, pero en un punto descartamos unos hitos que marcaban un sendero que salía a la izquierda. El camino que bajaba parecía el principal y además estaba señalizado. Llegamos a un punto donde todo se tapa y no vemos bien hacia donde tenemos que tirar. Más tarde , mirando el mapa, vemos que estamos en el Escaler del Joc. Probamos varios senderos, unos más claros que otros, pero no nos convence la dirección que toman. Estuvimos dando vueltas un mínimo de media hora, hasta que decidimos volver sobre nuestros pasos y en seguida llegamos al cruce que antes habíamos descartado. ¡¡En todo ese tiempo no nos habíamos acordado!!. Deben ser cosas de la edad. Vamos un poco enfadados con nosotros mismos, pero ya sin más contratiempos pasamos por Can Barrufa y llegamos a Sant Aniol d´Aguja. No sería el único error que cometeríamos, pero en ese momento no lo sabíamos. Decidimos parar a comer, ya que no lo habíamos hecho aún, aunque el desayuno fuerte que nos habíamos tomado nos había hecho aguantar bastante bien. Creo que hasta aquí tardamos unas cinco horas, quizás algo menos.


Sant Aniol d´Aguja


Desde Sant Aniol segimos por el GR11. El siguiente objetivo es el Puig Bassegoda. Sabemos que ahora nos toca una dura subida y no conocemos el terreno. El camino va ascendiendo de forma constante y aunque sin ser un desnivel demasiado pronunciado es de bastante mal andar, con muchas hojas secas y piedras sueltas. Llegamos al Coll Roig (829 m) donde vislumbramos nuestro objetivo. Digo vislumbramos porque intuimos el collado al que tenemos que llegar e imaginamos que la masa rocosa que queda a nuestra derecha es el Puig Bassegoda. Parece bastante lejos, eso sí. Seguimos el GR11 sin ser conscientes que la ruta de wikiloc aquí lo abandonaba y tomaba un sendero a la derecha que bordeaba nuestro objetivo por otra vertiente. Ahora si que el desnivel se hace muy pronunciado y se nos hace largo, quizás también debido al cansancio acumulado. Finalmente llegamos a la pista y al Coll de Bassegoda (1102 m), desde donde seguimos las indicaciones y llegamos sin más al Puig Bassegoda (1373 m), después de un tramo final de grimpada. Lástima que está todo cubierto de niebla y no tenemos vistas pero el enclave parece estupendo. 

Puig Bassegoda



Iniciamos la bajada pero lo hacemos siguiendo unas señales rojas y verdes y en sentido contrario al que hemos subido. En este tramo se nos abre un poco la niebla y podemos disfrutar de mejores vistas. Bajamos por una zona que en el mapa consta como el Caire de Comadells. No paramos de bajar y nos da la sensación de que lo estamos haciendo demasiado. Atravesamos varias zonas de pedrera, más propias de terreno de alta montaña que de la altura a la que nos encontramos. El sendero se suaviza y vemos unas marcas que salen a la izquierda pero lo descartamos y seguimos por el camino principal. Otra vez igual que por la mañana. Llegamos a la ermita de Mare de Deu de les Agulles. Decidimos parar para mirar el mapa y orientarnos. Vemos que nos estamos desviando de la ruta que tenemos prevista y desde la ermita tomamos un sendero que nos lleva de nuevo a la pista. La tomamos en subida a la izquierda y en una curva más arriba cogemos un sendero a la derecha que nos debería llevar al Coll de Rius. Al rato de andar por este sendero no nos acaba de convencer una curva que toma demasiado pronunciado y que  no coincide con la forma que se ve en el mapa. Antonio propone dar media vuelta y volver a la pista y asegurarnos el llegar a Coll de Rius por ella. Yo hubiera continuado por este sendero pero es verdad que la orientación despista un poco conparándola con el mapa. Como entiendo que Antonio se orienta mejor que yo, como así pude comprobar un poco más tarde, decidimos dar media vuelta. Estamos perdiendo demasiado tiempo y volvemos a estresarnos un poco. Desde la pista y sin más dudas llegamos a Coll de Riu (993 m). Justo allí hay un sendero que llega que seguramente era el que habíamos abandonado. Subiendo por la pista yo estaba absolutamente desorientado y ya no sabía bien donde estaba el Puig Bassegoga, a pesar de estar rodeándolo casi completamente. Antonio se encargó de explicarmelo aunque en un principio tuve mis dudas de que tuviera razón. 



En este punto debemos tomar una determinación. Es evidente que se nos hará de noche y que no conocemos el camino para llegar hasta la Mare de Deu del Mont. Posiblemente debamos descartar subir hasta el último de los "Annapurnes", pero aún así tomaremos la decisión más adelante. Desde el collado tomamos la pista que baja y que indica Albanya y esperamos que más adelante se cruce con el GR11. Debo parar el Garmin ya que se está quedando sin batería. Hasta ese punto me ha marcado 32 kms y unos 2500 m de desnivel positivo. Ahora sí que nos orientamos bien y llegamos a Can Nou, donde retomamos el GR.  En el Collet de Can Nou el GR el se desvía a la izquierda y nosotros seguimos por pista en dirección a Lliurona. La pista discurre todo el rato en una clara progresión ascendente, no demasiado dura pero sí continuada. Irremediablemte se nos hace de noche a las 7 de la tarde. Llamamos por teléfono a nuestras familias para informarle de que llegaremos tarde. Casi no hay cobertura.

Mirador bajando del Puig Bassegoga


Antes de llegar a Lliurona salimos de la pista y tomamos un sendero a la derecha que nos lleva a este pequeño enclave. Había vida allí, ya que se veían bicicletas y luz en una casa. Ya hemos renunciado a subir a la Mare de Déu del Mont. Conectamos el googlemaps para que nos dirija por el camino más rápido hasta Beuda. Nos marca una distancia de 12 kms. Al poco nos desvía de la pista asfaltada y nos lleva por otra sin asfaltar, que además, de entrada, es de subida. Yo me cabreo un poco porque ya no esperaba más subidas y quería correr hasta el final y pongo en duda que ese sea el mejor camino. Antonio me pregunta que como puedo estar tan seguro de que era mejor seguir por la pista asfaltada si no la conozco. Pienso que tiene razón y asumo aceptar de buen grado lo que se nos presente. Empieza a llover. No nos podemos quejar, había previsión de lluvias desde el inicio de la tarde y de momento nos ha respetado hasta ahora. Poco a poco la pista deja de subir y en clara bajada nos devuelve a la pista asfaltada. Trotamos y trotamos y a las 8:45 de la noche llegamos al coche. Estamos exhaustos y ahora hay que volver hasta Terrassa. Llegamos a casa prácticamente a las 11 de la noche.

Ha sido una travesía estupenda. Nos ha faltado la guinda final, la ascensión a El Mont, pero bueno, ahora con un mayor conocimiento de la zona ya nos podemos plantear alguna ruta que lo incluya. Nos ha gustado mucho la Alta Garrotxa y no nos hemos encontrado con nadie en todo el día. ¡¡Nadie!! Hemos disfrutado mucho del entorno y nos hemos estresado un poco con las pérdidas, más yo que Antonio, pero ha valido mucho la pena. Nos queda la espinita de no haber hecho todo el recorrido previsto. Quizás, en otra ocasión y con más horas de día. 

Por último agradecer a las personas que publicaron esta estupenda ruta y que nos han servido de inspiración. Gracias.










martes, 8 de marzo de 2022

Curses Novembre-Desembre 2021 i Gener 2022

Después de la marató de BCN he parado una semana y he seguido entrenando. Tenía ganas de correr sin objetivos y dejar las tiradas largas para la montaña. La primera carrera era escasamente tres semanas después de la maratón y no era otra que la Cursa de la Campana, a Vacarisses. 

Como no quiero dar las mismas explicaciones en cada carrera diré ahora que, a pesar de entrenar y de esforzarme, cada vez mis marcas son sensiblemente peores. Sé que es ley de vida, ya tengo 58 años, pero reconozco que aún me cuesta aceptarlo. En mi interior todavía está ese ser competitivo, que quiere hacerlo mejor y además se cree que puede hacerlo mejor. Pero la verdad es que cada vez me apetece menos llevar un ritmo agónico y no me apetece sufrir. Antes era capaz de aguantar ese sufrimiento, ahora no quiero o no puedo, no lo sé con certeza. Aunque mis sensacione son las de estar esforzándome, los resultados cada vez son más discretos. Tampoco es que yo haya sido un fuera de serie, pero estaba satisfecho con mi nivel. Sigo disfrutando, sobre todo en la montaña, y tengo la sensación de que voy más rápido aunque el maldito Garmin te pone rápido en tu sitio. Aún así suelo acabar contento y creo que ha llegado la hora (por fín) de no mirar el reloj y sobretodo no decir ya nunca más la palabra ANTES. Sé que se me escapará de vez en cuando pero voy a intentar centrarme en el hoy y de valorar lo que hago hoy, sin compararlo con ANTES.

27-11-2021 Mitja Marató de la Cursa de la Campana.

Esta carrera es de las fijas en mi calendario. La proximidad, el buen hacer de la organización y el perfil asequible (+800 m), hacen que siempre me apetezca hacerla. Es muy corrible, con un recorrido variado. Además me trae buenos recuerdos. Desde hace varios años opto por inscribirme a la distancia de media maratón. Existe también la distancia clásica de algo más de 14 kms. Este año han cambiado la fecha, como otras tantas carreras, y la han pasado del mes de junio al de noviembre. Espero que el próximo año vuelva a su fecha habitual para así poder darnos un baño en la piscina al acabar la carrera.



A las 8 de la mañana y al sonido de las campanadas de la iglesia del pueblo dan la salida. La gente sale que se las pela. Yo me lo tomo con calma, posiblemente con demasiada. Voy haciendo a mi ritmo de correr-trotar en el llano y las bajadas y andar en las subidas, aunque también intento trotar cuando éstas son ligeras. Tengo buenas sensaciones, me encuentro bien y creo que ya no me puede adelantar nadie más, debo estar en la cola de la carrera.



Hay tramos por bosque muy corribles, subidas duras por pista, otras subidas explosivas pero cortas y un par de bajadas técnicas. Un tramo final de subida de varios quilómetros, que se deja correr casi hasta el final, da paso a la por fin deseada bajada hasta el pueblo de  Vacarisses.



Mi tiempo final ha sido de 2:41:01 y la posición la 127 sobre 153 llegados. Después, el típico bocadillo de butifarra, conversaciones varias y para casa. Genial todo.




25-12-2021 Pujada a La Mola per Nadal.

Ya he perdido la cuenta de las veces que he participado en esta carrera en los últimos años. Me encanta el ambiente que hay entre los corredores en un día tan especial. Siempre me apunto el mismo día ya que la noche anterior suelo ir a dormir bastante tarde, pero hasta el día de hoy no he tenido problemas para levantarme, aunque haya dormido solo tres o cuatro horas. La hice dos veces en las semanas anteriores para ver si era capaz de hacerla más o menos bien, aunque eso tampoco es un problema, ya que muchas personas la hacen andando. Es más un día de compartir que de competir aunque cada uno se pone su objetivo, especialmente los corredores de más nivel. 



Antes de las nueve de la mañana ya estaba allí para asegurarme mi dorsal. La salida es a las 10, tiempo que aproveché para hablar con otros corredores y calentar un rato ya que el recorrido es todo subida, desde el primer metro. En total son 3,8 kms y 467 m de desnivel positivo. Este año, en plena sexta ola de la COVID, el número de inscritos era menor y el ambiente un poco más triste. Esto está pasando en todas las carreras.



Dan la salida y antes de llegar a Can Pobla ya tengo que andar en algunos tramos, así me tomo algunos respiros. Voy subiendo y no me encuentro del todo mal y corono La Mola con un tiempo de 37:50, en la posición 107 de 193 participantes. En la cima siempre hay un extraordinario ambiente y la gente te anima mucho. Ahora toca bajar de nuevo (aunque ya es por libre) para poder beber y comer algo. Este año hay poco ambiente. la gente coje su bolsita y se va para el coche. Nada de quedarse allí y disfrutar del día. Maldita COVID.

Últimamente se prodigan comentarios en las redes sociales acerca de la capacidad de los corredores y ciclistas populares para hacer carreras largas y duras (nada que ver con ésta). Estas críticas vienen dadas por deportistas profesionales (más bien ex-profesionales) que acusan a muchos populares de no estar preparados, de que sus ritmos son muy lentos e incluso de que gastan mucho en material pero poco tiempo en entrenar. Supongo que en cierto modo tienen razón, pero no entiendo esta tendencia a criticar a todo el mundo en lugar de animar a las personas a realizar estas actividades con mejor preparación, haciendo buenas sugerencias en lugar de despacharse a gusto hacia las personas que con mejor o peor criterio se ilusionan con retos exigentes. Estoy un poco cansado de escuchar comentarios de gente enfadada sin ningún ánimo de crítica constructiva.

31-12-2021 Cursa dels Nassos 10 kms.

He vuelto a esta carrera que siempre me ha gustado después de tres años sin participar. Mi objetivo inicial era estar entre los 45 y 50 minutos. Sé lo que actualmente me cuesta mantener un ritmo de 4:30 por quilómetro  por lo que sabía que bajar de 45 minutos sería una misión casi imposible. Pero en las dos últimas semanas antes de la carrera me sentí especialmente bien en los entrenamientos, mucho más ligero y ràpido que últimamente. 



Así que me presenté en la línea de salida donde tuve serios problemas para aparcar ya que han cerrado todas las amplias zonas de aparcamiento cercanas al pabellón de la Mar Bella. Aún así llegué con tiempo para la foto correcat y para calentar un buen rato con el objetivo de salir rápido. De hecho salí muy fuerte y en los primeros quilómetos me salieron unos parciales incluso demasiado rápidos. Sabía que tenía que aflojar un poco porque el tramo que va desde el km. 5 al 8 siempre se me atraviesa.



Así fue. Paso el 5000 en 21:50 y confío en que podré bajar de los 45 minutos. Pero no, cada vez voy más flojo y en los dos últimos quilómetros, donde siempre he podido apretar, me veo sin fuerzas para hacerlo. Llego como puedo, con un tiempo de 45:26 y en la posición 1235 de 4521 llegados.



La realidad es que la marca está muy bien, pero me he quedado con la sensación de que, como casi siempre, he gestionado mal la distancia y si hubiera salido algo más despacio, hubiera acabado mejor. Aunque eso nunca lo sabré. Un buen test para la Mitja de Terrassa.




23-01-2022 Mitja Marató de Terrassa.

Ha sido mi 17ª participación en esta carrera. Muy malas sensaciones, quizás ha sido la media maratón en la que me he sentido peor. De hecho, he registrado mi peor marca en media si no contamos la primera que hice. Lo peor no ha sido la marca, es lógico ir a menos con el paso de los años y lo raro sería que siguiera mejorando, lo peor ha sido lo mal que me he encontrado. Me he venido arriba con las buenas sensaciones de las últimas semanas entrenando y me he planteado salir con la liebre sub 1:40. ¡¡¡Qué ingenuo!!!, o qué flipado, según se mire, ya que con toda la experiencia que tengo no puedo cometer esos errores de cálculo aunque a mi favor debo decir que se añadió un factor inesperado: problemas para respirar.



Bueno, Aún así, como siempre fue una mañana agradabable. Estuve en la carpa correcat entregando los dorsales a los miembros de la asociación que estaban inscritos. Eran pocos. Atrás ya quedan aquellos tiempos en que entregábamos más de cien dorsales. Hay que decir también que la carrera ha venido a menos y que en general el ambiente está deprimido. No hay alegría, la Covid nos ha vuelto tristes, pero a pesar de todo hay que agradecer que en plena 6ª ola se haya organizado la carrera. Hace unos años se inscribçian más de 2000 personas y en esta edición han llegado a meta 746 corredores.



Después de calentar me sitúo al lado de la liebre sub 1:40. Dan la salida y en seguida noto que no voy bien. Me cuesta respirar, tengo serias dificultades para tomar aire. En seguida bajo el ritmo y pienso que será una carrera de supervivencia. Fuera mirar el reloj. Como decía antes en las semans anteriores me había sentido muy bien en los entrenamientos y mis ritmos y sensaciones eran los mejores en mucho tiempo. Pero he tenido la mala suerte de pillar el día tonto justo el día de la carrera. Voy tirando, pero la verdad es que aún bajando el ritmo, sufro bastante. Pienso que en la segunda parte de la carrera iré mejor ya que hay más llano y bajadas. Y sí,algo mejor me encuentro, pero tampoco aparece la mejoría esperada.



Mayte me anima en diferentes puntos de la carrera y eso me reconforta. Sobre el quilómetro 14 me adelanta el grupo de la liebre sub 1:45. Los conozco y me invitan a unirme a ellos. Con amabilidad, declino la invitación, prefiero seguir a mi ritmo. Entro en meta en 1:48:31 y en la posición 428.



Creo que por fin ha llegado el momento de olvidarme de competir. Hasta hoy, aunque me lo he propuesto, no he sido del todo capaz de llevarlo a cabo. Las últimas carreras no han sido lo que esperaba. Y no me refiero a marcas. Me refiero a ser capaz de disfrutarlas, llevar la cabeza alta y mirar el ambiente. Hace tiempo que lo sé, pero ahora algo ha cambiado. Ahora lo siento y quiero hacerlo así. Por fin.