miércoles, 4 de marzo de 2015

Coaching y drogodependencias

¿Qué es el coaching?
El coaching es un proceso de comunicación, acompañamiento y guía, que realiza un coach (entrenador) para ayudar a un coachee (cliente) a conseguir la excelencia (lo mejor de sí mismo), en el marco de una alianza establecida entre ambos (entrenador y cliente) al principio del proceso de coaching.
La Asociación Española de Coaching, ASESCO. Define el coaching profesional como:
“un proceso de entrenamiento personalizado y confidencial mediante un gran conjunto de herramientas que ayudan a cubrir el vacío existente entre donde una persona está ahora y donde desea estar. Es como una alianza entre coach y cliente, en un acuerdo entre dos partes, donde se establecen los objetivos a alcanzar, la forma de llevar adelante un programa, la agenda de trabajo y la evaluación de los resultados que el “asistido” va alcanzando. Hoy en día, su práctica es accesible y aconsejable a todas las personas que deseen obtener rendimientos en aspectos tanto personales como profesionales. Es un proceso de fuerte implicación personal pero no es una terapia…También podemos definirlo como una profesión que consiste en acompañar a personas o grupos en la misión de alcanzar sus objetivos.”
Características del proceso de coaching.
·        El coach sabe que las respuestas las tiene el cliente, que cada persona es experta en su propia vida y que tiene los recursos para conseguir aquello que desea.
·        El coach actúa como facilitador, asiste al cliente para que pase del estado actual al estado deseado y le ayuda a elaborar un plan de acción.
·        El trabajo del coach consiste en evocar información, ser fuente de inspiración, poner luz allí donde no la hay y focalizar… y todo esto lo hace, fundamentalmente, mediante el arte y la técnica de “saber preguntar” unido al arte y la técnica de “saber escuchar” mediante todos los canales perceptivos.
·        Coaching es acción: las metodologías utilizadas se orientan siempre a objetivos.
·        El foco de atención son las soluciones y, siguiendo esta dirección, se promueve el desarrollo de nuevas estrategias de pensamiento y acción.
·        El coaching se proyecta hacia el futuro.
Beneficios personales.
·        Clarificación de objetivos, deseos y valores.
·        Adquisición de mayor flexibilidad.
·        Descubrimiento de los propios recursos.
·        Responsabilidad ante los cambios.
·        Mayor coherencia.
·        Crecimiento personal.
·        Relaciones más satisfactorias.
·        Vida más equilibrada.
·        Aumento de la creatividad.
·        Compromiso con la vida que se desea vivir.
·        Mejora la calidad de vida.
·        Etc…
Coaching y drogodependencias.
No existe diferencia entre la forma de aplicar el proceso de coaching a una persona drogodependiente o a cualquier otra persona aunque sí es importante el conocimiento de las características de este colectivo. A grandes rasgos, una persona drogodependiente en recuperación suele encontrarse en una situación de intentar hacer cambios importantes en su vida pero lo hace más desde el deseo (muchas veces poco concreto) que desde la acción. El coaching es una herramienta pensada para la acción y por ejemplo es muy útil para conseguir objetivos en el ámbito de cambio de hábitos o de actividades que requieran una constancia: hacer deporte, estudios, buscar trabajo, etc. También lo es para cambiar comportamientos insatisfactorios ante situaciones de la vida y que la persona no es capaz de modificar.
En el libro de Alfonso Ramírez de Arellano titulado “Coaching para adictos. Integración y exclusión social” se hace la siguiente reflexión:
“Por una parte, dentro del segmento de las personas socialmente integradas y con cierto poder adquisitivo hay quienes se acercan al coaching como forma de mejorar su desempeño personal o laboral. En ocasiones el éxito tiene un coste personal demasiado elevado, sobre todo para algunos emprendedores y trabajadores autónomos. El coaching persigue el éxito profesional pero también la integración personal. No se trata de sacrificar la vida por los negocios, sino de poner los negocios al servicio de la vida. Por otra parte, muchas personas desempleadas con diversos riesgos o grados de exclusión social necesitan disponer de una herramienta que les permita mejorar sus posibilidades de integración sociolaboral más allá de la suerte de una bonoloto o un cambio de ciclo económico. Ambos grupos pueden beneficiarse de un proceso de asesoramiento personalizado que combina la búsqueda de recursos propios, la reflexión sobre sus barreras personales y la adquisición de determinadas adquisiciones instrumentales. En ambos casos se propone un mejor conocimiento de las capacidades y las limitaciones personales, una mejor administración de los recursos, la clarificación de los propios objetivos y la adopción de una actitud coherente con esos valores: proactiva, sostenible y responsable. Son procesos de acompañamiento personalizados y buscan la optimización de los resultados respetando lo que cada persona entiende por ello.”

Destinatarios.
Los destinatarios serían personas que ya han superado la fase de desintoxicación y de deshabituación y se encuentran en un proceso de rehabilitación y de reinserción social. De todas formas, y siempre en coordinación con los terapeutas responsables se puede ampliar a otros usuarios a los que le pueda ser útil. Quedan descartadas aquellas personas con una patología psiquiátrica importante ya que el coaching requiere un importante trabajo personal, compromiso y acción.
Además, en función de las necesidades de la entidad se puede ampliar este servicio a familiares de usuarios e incluso a los profesionales del recurso, tanto a nivel individual como de forma grupal para mejorar las distintas áreas de trabajo.
Objetivos
El objetivo de aplicar el coaching en personas drogodependientes es el de conseguir, en coordinación con los terapeutas, que los usuarios tengan un recurso adicional al margen de la terapia de la que ya son beneficiarios. Este recurso les puede proporcionar, en un tiempo relativamente corto, ayuda para centrarse en objetivos concretos y específicos o en algún aspecto de su vida que puedan mejorar.

Metodología
El proceso de coaching se divide en 5 fases:
Confianza + Contexto actual.
En esta primera fase es fundamental conseguir la confianza del cliente. Esta se logra a través de la empatía, es decir, comprendiendo y aceptando al cliente tal como es, sin juzgarle ni criticarle. A partir de aquí el cliente explicará cuál es su situación actual y cuál sería el estado deseado. En este punto es importante que quede claro que el coach ha entendido al cliente correctamente. Para ello utilizará la recapitulación, es decir, hará un resumen de lo que el cliente ha dicho para que éste vea que ha sido entendido. A partir de aquí se intentará definir un objetivo claro, concreto y específico que nos ayude a alcanzar el estado deseado.
Objetivo que quiero conseguir.
Los objetivos constituyen la base que nos permite focalizar la atención del cliente hacia los resultados. En coaching, siempre trabajamos con objetivos. Si no marcamos objetivos, podríamos “perder” mucho tiempo buscando culpables, antecedentes de situaciones conflictivas, costes, etc. Al marcar objetivos, cambiamos el centro de atención: dejamos de pensar en problemas y de centrarnos en lo que está mal para pasar a pensar en soluciones. Esto es lo que nos permite avanzar.
La forma más adecuada de especificar un objetivo para que nuestro sistema neurológico se ponga a nuestro favor para conseguirlo es aquella que satisface las condiciones siguientes:
·        Enunciado en forma positiva.
·        Dependencia directa de la persona.
·        Descripción específica basada en lo sensorial: ¿qué verás, qué oirás, qué sentirás cuando lo hayas conseguido?
·        Tamaño y plazo apropiados.
·        Verificación ecológica: el objetivo debe ser adecuado para todos los aspectos de tu vida.
·        Recursos necesarios: es fundamental tener un inventario claro de los recursos que necesitamos y de los que disponemos o podemos crear para conseguir el objetivo.
Plan de acción para conseguirlo.
El objetivo del coach en esta etapa es ayudar al cliente a:
·        Generar opciones, dentro del marco de referencia del cliente.
·        Evaluar opciones, respecto a los valores importantes para el cliente.
·        Elegir una opción que se convierta en el Plan de Acción del cliente.
El cliente sólo puede generar aquellas opciones que están dentro de su marco de referencia (creencias, valores). Por eso es importante que el coach estimule en el cliente la exploración de nuevos marcos de referencia que permitan nuevas gamas de opciones. Cuando se produce un cambio de marco de referencia, aumenta el poder personal del cliente, esto es, el cliente se siente capaz de realizar nuevas acciones que antes las vivía como imposibles o que sencillamente no las veía.
Acción.
Ahora que ya tenemos el plan de acción para conseguir el objetivo, se trata de ayudar al cliente a que se ponga en marcha para desarrollar el plan de acción y así lograr alcanzar el objetivo. Denominaremos tareas a aquellas acciones que el cliente se comprometerá a realizar entre sesión y sesión para realizar los pasos o etapas de un plan de acción. Cuando el cliente está preparado para la acción, el coach ayuda al cliente a que éste determine qué va a hacer, cómo lo va a hacer y cuándo lo va a hacer. La finalidad fundamental de una tarea es que el cliente aprenda algo, especialmente que aprenda que tiene recursos que no sabía que tenía. Una tarea también puede servir para romper hábitos, desafiar límites y rutinas y para conseguir que el cliente piense de una nueva manera. En todos los casos, una tarea consiste siempre en hacer algo, una tarea nunca consiste en pensar o sentir algo. Cuando el coach propone una tarea a un cliente, no debe hacerlo como una obligación para el cliente, sino que debe hacerlo de manera que el cliente se sienta libre para:
·        Comprometerse a hacer la tarea.
·        Negarse a hacer la tarea.
·        Aceptar la tarea después de cambiarla (cambiar algún aspecto de la tarea).
·        Tomarse un tiempo para decidir si hace o no la tarea.
Seguimiento de resultados para superar las dificultades y alcanzar el éxito.
El seguimiento por parte del coach consiste en responder a los resultados y a las dificultades que ha encontrado el cliente al enfrentarse a la realización de la tarea, para ayudarle a mantenerse en el proceso de coaching, a superar las dificultades y a alcanzar el éxito. Pueden darse los tres supuestos siguientes:
·        El cliente no realizó la tarea o se olvidó.
·        El cliente intentó realizarla pero lo hizo insatisfactoriamente.
·        El cliente realizó la tarea satisfactoriamente.
El todos los casos trabajaremos los resultados con preguntas del tipo: ¿qué ha pasado?, ¿qué has aprendido?, ¿cómo te sientes?
Duración del proceso.
El proceso de coaching se culmina en un periodo de tiempo relativamente corto. Cada proceso es distinto pero de una forma general podríamos establecer el número de sesiones en cinco o seis, distribuidas en un periodo de entre dos y tres meses.
La duración de cada sesión puede variar en función de la fase del proceso en la que nos encontremos pero podríamos situarla en torno a los 90 minutos.