Hola a tod@s. Este fin se semana he completado por sexta vez la travesía MM. La verdad es que en todos estos años transcurridos han habido muchos cambios. Muy atrás quedan los tiempos donde el acabarla era para mí una misión casi imposible y el ambiente era muy distinto al de ahora. Quizás entonces había menos prisa, era menos competitiva y el ambiente en los avituallamientos era más festivo. Los participantes llevaban una mochila con ropa de abrigo, calzado de recambio, walkman con sus respectivas cintas de cassette, etc. No lo digo con nostalgia. Creo que hoy en día la gente está más preparada y sabe más donde se mete, de hecho el porcentaje de abandonos es menor que antes. También el recorrido ha ido sufriendo muchas variaciones en estos años y lo cierto es que cada vez el trazado es menos atractivo. Se han ido suprimiendo cada vez más tramos de sendero y canales, añadiendo pista. Ya ni siquiera se sube al Coll de Grúa por La Castellasa de Can Torres sino por una pista larga, aburrida y que da un gran rodeo. En cierta forma lo entiendo ya que así se evitan tapones que son muy molestos para todos, además que comprendo que las "autoridades" del parque no vean con buenos ojos que más de 3000 personas pasen en pocas horas por un sendero o un tramo de canal. Se mantiene el reto de los quilómetros (85 en esta edición) y el hecho de que es una prueba carismática que este año ha llegado a su 34 edición. La verdad es que yo creo que ya he llegado a mi cupo de participaciones aunque también sé que un momento de euforia o de locura puedo volver a inscribirme.
Este año me inscribí con mi amigo Antonio (Rodri, para los que lo conocéis) y para no molestar a nadie fuimos en tren hasta Sant Celoni y desde allí cogimos un bus de la organización (9 euros). Llegamos a Coll Formic sobre las 16:15 y teníamos hora de salida a las 16:43, así que no tuvimos que esperar casi nada. El tramo hasta Aiguafreda es todo de pista y en dos horas ya estábamos abajo. Al salir de esta población ya está el primer avituallamiento. Luego viene la primera subida (que ahora también es de pista) y vamos subiendo a buen ritmo. Al llegar arriba, Antonio me comenta que no va cómodo con el ritmo, que me ve fuerte y que el se dosificará mejor si va solo. Yo le digo que no, que hemos venido juntos y que podemos ajustar el ritmo como mejor le vaya a él. Esto me lo comenta justo en el mismo lugar donde antes estaba el primer avituallamiento y el lugar me parece decadente comparado con el ambiente de hace unos años. Además, aún es de día y aquí siempre había llegado de noche y esto me produce unas sensación extraña, es como cuando pasas por un lugar que antes gozaba de un gran ambiente y ahora está abandonado y en ruinas. Nada es para siempre y todo tiene un punto álgido y le sigue la decadencia. Esto lo voy pensando mientras sigo caminando por otro tramo que han cambiado. Entonces le digo al Antonio que tiene razón, que iremos más cómodos los dos cada uno a su ritmo y que no quiero que se sienta forzado. Así que sobre el km. 24 o 25 me voy solo. Solo en este caso quiere decir sin compañero ya que no hubo en toda la travesía prácticamente un momento en el que no fuera rodeado de gente. Avanzo a buen ritmo y un poco antes de llegar al control 3 debo encender el frontal. Al llegar allí esperaba avituallamiento líquido pero solo había una carpa con una alfombra para leer el chip y nada más. No hay gente, no hay ambiente y mucho menos agua. Sigo tirando y ya estoy en Coll de Poses (km.32). Aquí como, bebo, llamo a Mayte para explicarle como estoy y vuelvo a la carga. El tramo hasta Sant Llorenç Savall lo hago bastante bien y el único tramo un poco delicado que había lo han suprimido por, no os lo podéis imaginar, un tramo de pista. Llego a Sant Llorenç Savall (km 47) en 6h 45 min. y la verdad es que el avituallamiento está muy bien y también hay mucho ambiente. Solo un pero, no hay café. Así que me paro en un bar y me pido uno, justo en ese momento acababa el partido de fútbol entre el Villareal y el Real Madrid. Me encuentro muy bien tanto física como mentalmente y sigo adelante. Hace calor y humedad y se suda bastante. El tramo de Sant Llorenç ya he comentado antes que ha sufrido una importante variación y la verdad es que en esa pista empiezo a no encontrarme tan bien y veo que mucha gente me adelanta. También, debido a la fricción y al sudor empiezo a notar rozaduras en mis ingles y toda esa zona. Llego a Matadepera ( km. 60 o ) y tengo un bajón. Aún así cuando salgo de allí creo que son las 2:45 de la madrugada y me quedan unos 25 kms. A partir de aquí las molestias van aumentando y es muy incómodo seguir en esas condiciones. Más o menos, mantengo el tipo hasta la Casa de l´Obac peró a partir de aquí mi ritmo va a menos debido al cansancio y las malditas rozaduras. Antes de llegar a l´Obac me llama el Antonio para decirme que el se queda en Matadepera ya que no anda fino. Es lo que tiene pasar al lado de tu casa, según como vayas es una tentación demasiado fuerte. Yo, de todas formas, no pienso abandonar y van pasando los quilómetros y atravieso Les Vendranes, Vacarisses, Monistrol y llego al pie de Montserrat. Aún es de noche y veo los frontales serpenteantes por la ladera de la montaña y eso me da una idea de todo lo que me queda por subir. Subo despacio y sufriendo pero sin parar y me adelanta muchísima gente. A mitad de la subida se hace de día y veo el sol aparecer en el horizonte. Ya me puedo quitar el frontal. Llegaré de día aunque siempre pensé que lo haría de noche. Finalmente llego al Monestir de Montserrat tras 15 h y 12 min de marcha, o sea a las 7:50 de la mañana más o menos.Es, sin duda, la vez que he llegado en peor estado físico y mental de todas mis participaciones. No es mi mejor marca pero aún así estoy contento. Lo he vuelto a conseguir. Después queda la bajada en cremallera, tren hasta Sant Vicenc de Castellet y desde aquí otro tren hasta Terrassa. A las 11 de la mañana llegaba a casa.
Ahora tengo ganas de dejar un tiempo este tipo de pruebas. Tengo ganas de hacer asfalto y de volver a correr rápido y tener de nuevo esas sensaciones. Posiblemente me prepare para una maratón de asfalto en este otoño y Valencia, en Noviembre, sería una buena opción. Pero ya veremos. Hace ya un tiempo que estoy un poco saturado de pruebas duras, desnivel, caminos de piedras y tengo ganas de algo más ligero. Desde que en el año 2005 pude acabar la Montserrat-Reus hasta hoy he contabilizado unas 45 pruebas entre marchas, ultras y maratones de montaña. Sin duda, el punto culminante fue el año 2009 cuando hice la Copa Catalana de Marxes de Resistencia. Desde hace un tiempo que me siento algo saturado por lo que pienso dejar un tiempo para volver a recuperar la ilusión.