lunes, 30 de diciembre de 2013

Concierto de Gran Cañon 28-12-2013



Nunca he sido un gran fan de los grupos de rock españoles. Existen enormes músicos en otros estilos, especialmente en flamenco y jazz, pero en el rock hemos sido limitados. La verdad es que comparados con otras bandas inglesas y norteamericanas siempre me han parecido que su nivel está bastante por debajo de éstas. Disfruté mucho la época del Rock´n Ríos de Miguel Ríos pero habría que añadir que estaba viviendo un momento muy dulce de mi vida. También me gustaron bastante Leño y Barón Rojo. Del resto he disfrutado de algunos buenos temas pero mis gustos siempre han tendido hacia fuera de nuestras fronteras.
Por eso, cuando vi que Gran Cañon actuaban en Terrassa pensé que era una manera de resarcirme y de enfrentarme a esos prejuicios. A priori, es una superbanda nacional, con lo mejor del rock patrio. También encontré atractiva su apuesta de hacer versiones de rock de toda la vida en un local pequeño. Creo que de esta forma los músicos darían rienda suelta a sus emociones tocando temas que les gustan por el simple placer de hacerlo.

La cosa empezó mal. La hora de inicio del concierto era a las 10 y a esa hora ni tan siquiera habían abierto las puertas del local. Estuvimos media hora en la calle esperando a que se dignaran abrir. Me parece muy poco serio, muy poco profesional y una falta de respeto a los asistentes, que por cierto se han gastado un dinerito en una entrada. Después de entrar y dejar nuestros ropajes en el guardarropía nos situamos cerca del escenario, pero aún tuvimos que esperar hasta las 11 para que los músicos salieran al escenario. Estoy un poco harto de que ocurran estas cosas.

El concierto empezó bien y me pareció una banda con un sonido compacto, buenos solos de guitarra, una batería potente, un teclado que le daba un buen toque a la banda y un cantante curtido en mil batallas y con una gran personalidad en escena. Después de un tema de Santana que creo que fue de lo mejor del concierto la cosa se torció. Y no porque los músicos no pusieran ganas y el repertorio fuera malo. El problema vino por el sonido. El técnico de sonido debió pensar que el volumen no estaba lo suficientemente fuerte y decidió darle una vuelta más. El resultado fue un sonido estridente, donde se escuchaba muy poco la voz del cantante y donde todo vibraba. No entiendo como el técnico no se dio cuenta pero el caso es que fue a peor. Optamos por irnos hacia atrás, a ver si con mayor distancia se escuchaba mejor pero no conseguimos nada. Cuando tocaban algo más lento se escuchaba mejor pero en cuanto sonaba toda la banda al completo la el sonido volvía a empeorar.



No quiero transmitir la sensación de que todo fue horrible. En realidad lo pasamos bien y hubo momentos donde creo que la banda estuvo inspirada. Eso sí, el público estaba entregado de antemano. Del repertorio recuerdo a Santana, Allman Brothers (Southbound), Eric Clapton (Tulsa Time), AC/DC (Hight Voltage), Neil Young (Old Man)  Whitesnake, The Band, Dr. John, Jimmy Hendrix, Eagles y el clásico “Feeling Allright”.

En definitiva. Fue una buena fiesta para disfrutar pero con los inconvenientes que he explicado perdió mucho. Pudo ser una gran noche que se quedó en menos de lo que prometía. No sé si es que con la edad uno ya encuentra demasiadas pegas. Y hoy todavía tengo un zumbido en mis orejas.

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