martes, 12 de mayo de 2015

9/10-05-2015 Marxa de Resistència de Navás "La Romànica" 83,5 kms

Este fin de semana participé en la Marxa de Resistència de Navàs "La Romànica", una de las pruebas clásicas de la Copa Catalana de Marxes de Resistència. Algo ha cambiado desde mi última participación en el año 2009. Entonces el recorrido era algo más corto (80,2 kms) y quizás tenía algo menos de desnivel. En la actualidad son 5300 de desnivel acumulado. No es de las pruebas más duras pero nunca se puede subestimar una distancia tan larga. Antes de comenzar la marcha saludo a varias personas conocidas, otras me saludan a mí aunque algunas no sé exactamente quienes son. Supongo que habremos coincidido en alguna prueba a lo largo de estos años.



A las 17 h. daban la salida bajo un intenso calor. Era evidente que éste nos iba a machacar ya que los primeros quilómetros transcurren de frente al sol. Las pistas están polvorientas y tengo muchas sed. Voy bebiendo agua pero la sed no se quita, es solo un alivio poco duradero. Llegamos al primer avituallamiento en el km. 11,8. Cargo mi bote y bebo de nuevo mucha agua. Me doy cuenta de que debo controlar lo que bebo ya que beber más de la cuenta puede resultar fatal. Sigo a buen ritmo. En un tramo de pista ascendiente me acuerdo de una ocasión, hace muchos años, en los que subía por este mismo camino con mi amigo Juan Carlos que llevó puesto el "radiocassette" durante la marcha con el disco "Stain" de los "Living Colour". Era otra época y eramos bastante jóvenes. No quiero que me invada la nostalgia aunque una sonrisa se dibuja en mi rostro. LLegamos al primer gran avituallamiento en el km. 20,3. El bocadillo de butifarra está buenísimo pero me quejo de que de bebida solo haya agua y vino. Falta bebida isotónica o coca-cola ya que el agua en estas condiciones no quita la sed y no digamos ya el vino. Me dicen que en el próximo avituallamiento, a 10 kms, sí que habrá otras bebidas. Pienso que habrá que seguir pasando sed aunque el calor va aflojando y nos da un poco de respiro. En este tramo coincido con Ramón, un corredor de Arbúcies y vamos hablando de carreras y marchas. Es un momento agradable y por fin el sol decide esconderse. Llegamos al avituallamiento del km. 30,6 y puedo beber Coca-Cola y Aquarius. Mi cuerpo me lo agradece. LLevo 4 h y 39 min., me encuentro bien y ahora hay que ponerse el frontal para afrontar toda la noche.

En el km. 34,7 hay otro avituallamiento ya que aquí finaliza el recorrido corto. Mientras me tomo un café algunos celebran que el Barça ha ganado y el Madrid ha empatado. Rercuerdo también hace bastantes años que durante esta marcha el Barçá ganó aquella famosa liga en la que el Deportivo de La Coruña falló un penalty al final de su partido contra el Valencia. En aquella ocasión iba con el compañero Gilbert. Después de esta parada bajamos hacia una zona muy húmeda. El croar de las ranas es ensordecedor. ¡¡Menuda fiesta tienen aquí montada!!!, pienso yo y se me ocurre que quizás también están celebrando la casi segura victoria del Barça en la liga. Sigo a buen ritmo absorviendo las sensaciones que me produce la noche y después de un par de avituallamientos más llego a Puigreig (km. 49,7).

Ya hace un rato que mi ritmo va bajando. Supongo que el calor de los primeros quilómetros me está pasando factura. Voy tirando y llego al km .54,2. Ya no hay que atravesar la Riera de Merlés por el propio cauce y nos hacen dar un rodeo por pista para salvarla por un puente y nos ahorramos la tarea de quitarnos el calzado y mojarnos y secarnos los pies. Me gustaba más antes. Ahora toca afrontar la última subida dura de la marcha. Subo muy bien y llego a Sant Pau de Pinós (km. 62,5) a las 3:44 de la madrugada. Desde aquí hasta el final se puede apretar bastante pero voy bastante justo de fuerzas y aunque troto en bastantes tramos mi ritmo no es muy alto. Paso los dos últimos controles: Coll de Comodons en el km. 72 y Santa María de Cornet en el 76, 750. Aquí me quito por fin el frontal y ya voy de cara a Navás. Pensé que en una hora podría llegar pero al final lo hago en 1:25. En este tramo me adelantan dos corredores. Prácticamente desde el km. 30 me he ido encontrando con las mismas personas. A veces adelantaba yo y otras me adelantaban a mí para volver a encontrarnos en el siguiente avituallamiento. Poco antes de llegar a Navás me despisto en un cruce y me equivoco de camino. Un participante va detrás mío y de pronto veo enfrente  de mí, en mitad del camino, la figura de un animal. Pienso que es un perro y dejo de correr y sigo andando. En ese momento el corredor que venía detrás me dice que hay dar media vuelta, que no vamos bien. y entonces el animal se gira y se marcha corriendo pero no era un perro sino un jabalí. Entro en Navás justo cuando van a dar la salida a los participantes de la Cursa en BTT, de 110 km. Hay tres que también han hecho la marcha a pié y participan en el reto de la Ultrarománica, o sea empalmar las dos pruebas. Después de 14 h y 25 minutos por fin puedo parar definitivamente, contento y satisfecho por acabar por sexta vez esta marcha.

Después de comer algo y saludar a los participantes con los que he ido coincidiendo a lo largo de muchos quilómetros me dirijo al centro deportivo donde nos podemos duchar. Hasta las 8 no abren así que me tengo que esperar un rato aunque prefiero hacerlo ya que volver duchado y con ropa limpia es mucho más agradable que hacerlo lleno de polvo y de sudor. Después hay que conducir hasta Terrassa pero me encuentro bastante bien ya que aunque he llegado bastante tocado me he recuperado muy bien. Una vez en casa como algo y me meto en la cama para entregarme a una jornada de descanso.

Mi posición ha sido la 47 de 165 llegados. Otros 73 participantes han abandonado.

La crónica me ha quedado un poco larga pero es que 83,5 kms, dan para mucho.