sábado, 30 de noviembre de 2013

30-11-2013 Concierto de Cavernícolas



Con un poco de retraso, ya que se me ha ocurrido ahora, realizo la crónica del concierto de Cavernícolas del pasado sábado 30 de Noviembre en El Infierno. Siempre que tocan intento acudir ya que a parte de que me lo paso bien escuchando sus versiones es una buena ocasión para reencontrarse con viejas amistades. Esta fue una de esas veces y la verdad es que disfruté mucho y no paré de hablar con todo el mundo. Así que me gustaría decir a todos los que estuvisteis allí que fue un verdadero placer compartir esa noche con todos vosotros.

Musicalmente hablando el concierto fue un poco como siempre, con pocos cambios en el repertorio. Sí hubo una diferencia significativa con respecto a ocasiones anteriores y fue la incorporación de un nuevo cantante (siento no tener ninguna foto en la que esté él). Ya lo habíamos visto otras veces interpretando algún tema de Judas Priest pero nunca haciendo un concierto entero. Esto significa un gran cambio, no en los temas, sino en la comunicación del grupo con el público. Para mí gusto es un poco excesivo, con muchas bromas y chistes pero me pareció bastante divertido. Tuvo el valor de cantar el Starway to Heaven de Led Zeppelin leyendo las letras en un papel y hasta echar unas lagrimitas. Me pareció muy buena la salida que tuvo cuando le pidieron Highway Star y respondió que no podía porque “Highway no está”. Por lo demás no hubo cambios en su repertorio y así de memoria me acuerdo de “Black Night” y “Mistreated” de Deep Purple, “Never Let Go” de Camel, “Diamonts and Rust” y otras versiones de Judas Priest, “Armed and Ready” de Michael Shencker, “Empty rooms” de Gary Moore, “The boys are Back in Town” de Thin Lizzy y otros temas más que ahora no recuerdo. Me gustaron especialmente el “Sabbath Bloody Sabbath” de Black Sabbath y el “Rock Bottom” de UFO para lucimiento personal del Sr. Toni Maqueda. El resto de la banda también estuvieron muy bien, muy sobrios y seguros y clavando los temas. Lástima que el sonido no fuera lo bueno que ellos se merecen.

Bueno, me despido de todos, solo deseando que en la próxima ocasión que toquen vuelva a veros a todos, los que vinisteis y los que no y nos sirva de excusa para una nueva reunión de amigos y lo pasemos de nuevo en grande.

Abrazos y besos.


lunes, 25 de noviembre de 2013

¿Consumir cultura?



Desde muy joven me hice un gran aficionado al rock, especialmente al de los años setenta. Sentía una gran fascinación por aquellos músicos y en aquellos primeros tiempos me sabía de memoria el título de cada tema, quienes eran los compositores y la duración de cada uno. Tenía pocos discos y cada escucha era un ejercicio casi espiritual y pensaba que cada nota, cada solo, cada silencio, tenía un significado que yo debía entender y que todo estaba allí por algún motivo. Con los años entendí que había bandas muy buenas y otras que solo eran pose, quizás algún buen tema de vez en cuando o un buen solo de guitarra. El rock también era estética y en sus inicios era algo moderno y marcaba las modas de su época pero poco a poco su imagen se fue alejando de lo que las nuevas modas iban marcando. Pero hay algo que me gustaba más que sus chalecos, camisas, pantalones ajustados y melenas bien cuidadas y  era su carácter transgesor. Cuidado, me refiero a su actitud de ir en contra del poder establecido, de ruborizar a los defensores de los estilos más conservadores de vida, de revindicar las causas perdidas y no al hecho de destrozar una habitación de hotel o que te detengan en una aduana por llevar un poco de marihuana. Lo de los hoteles me parece una gamberrada y un acto impresentable y al final, todo tenía el objetivo de hacerse publicidad y mostrarse ante el público como alguien muy antisistema, cuando en realidad eran personas con mucho dinero y totalmente parte del sistema. En fin, que me gustaba su cara más rompedora con los moldes de la sociedad más tradicional y ello comportaba una cierta filosofía de vida. En cualquier local de rock o en un concierto existía una sintonía entre los asistentes que iba más allá de la propia música. O al menos, a mí me lo parecía. Puede ser que yo fuera un ingenuo.

Por eso me comen los demonios cuando escucho que el rock es un objeto de consumo. Bueno, en realidad me pasa con cualquier tipo de manifestación cultural. No me gusta la expresión “consumir cultura”. De acuerdo que los artistas, las salas donde realizan sus obras, las editoriales, las discográficas, las compañías de teatro, etc. tienen que ganarse la vida, pero no podemos tener solo una visión mercantilista en la que únicamente son productos para consumir. El arte nos llena de vida, nos hace pensar y reflexionar, nos conmueve, nos emociona, nos hace esforzarnos intelectualmente y conecta directamente con nuestra sensibilidad. Por lo tanto, es también algo espiritual. No dejemos que a base de utilizar el lenguaje de esta sociedad tan capitalista en la que vivimos nos lo acabemos creyendo y lo vaciemos de contenido. Como anécdota, recuerdo que hace ya bastantes años, en las sucursales de las entidades financieras existía el “hilo musical”. Una día, en una de las ya extintas Cajas de Ahorros escuché el “Walk on the wild side” de Lou Reed. Me pareció una paradoja y pensé que al propio Lou Reed le enojaría mucho ver donde había acabado sonando esta hermosa canción teniendo en cuenta su significado. Aquel día, ya intuí, que el rock como filosofía de vida tenía los días contados.

lunes, 4 de noviembre de 2013

03-11-2013 Mitja Marató de l´Anoia

Progreso adecuadamente. Así definiría mi participación en la Mitja Marató de l´Anoia en la localidad de Igualada. Después de dejar la montaña y de las sensaciones tan malas que tuve en la Mitja del Mediterrani puedo estar contento. Hace un mes que me iba arrastrando cuando salía a correr aunque fuera un entreno poco exigente y poco a poco esas sensaciones van cambiando y me noto mucho más ligero y mejor. Tampoco es para tirar cohetes pero esta vez he sido más prudente y mis expectativas han estado más ajustadas a la realidad. Me había marcado el objetivo sub 1h 35min.y mi tiempo final ha sido de 1:35:54, lejos de mis mejores registros pero hoy me sentido mucho mejor. Teniendo en cuenta que el perfil de la carrera no es plano, o sea que no es una prueba para hacer grandes marcas, puedo estar contento. He quedado el 83 de la general de unos 250 llegados. No me canso de decir como valoro hoy mis marcas de un año atrás.
La carrera está bien organizada y es de las que me gustan a mí: fácil acceso, parking, pista de atletismo para calentar y ningún tapón en la salida. La bolsa del corredor está bastante bien y el bocadillo de butifarra estaba genial. Los vestuarios estaban muy limpios y con agua caliente. La recomiendo a todos aquellos que no les gusten las carreras tan masificadas de Barcelona o  cercanías. Eso sí, no es para hacer marca. La próxima no sé cuando será pero ya os enterareis.
Un abrazo.