Bueno, al fin he tenido la
recompensa a tantos años de esfuerzo y de constancia. A tantos años de carreras
de fondo y de ultrafondo, de asfalto y de montaña. Este fin de semana he
recibido el premio que todo corredor desea: he subido al pódium en una maratón
al finalizar en segunda posición en la Marató de Mitjanit, en la noche del 14
al 15 de diciembre. Eso sí, éramos nueve corredores, pero el que no haya venido
es porque no ha querido o porque no se ha atrevido.
Bromas aparte, quiero decir que me siento muy satisfecho con mi participación en esta carrera. Antes que nada también debo explicar que correr una maratón a las 11:30 de la noche es una experiencia muy distinta a hacerlo por la mañana, que es lo normal. El día se hace muy largo y llegas cansado al inicio de la carrera. Además tuve que madrugar (6:45 a.m) porque tenía un curso en Barcelona. Este curso lo hago un día al mes pero precisamente coincidió con la prueba. El horario es de 9 a 2 y de 4 a 8, o sea todo el día. También hay que vigilar mucho con el tema de la alimentación de ese día y lo interesante hubiera sido poder echarme una buena siesta que evidentemente no pude hacer.
Bromas aparte, quiero decir que me siento muy satisfecho con mi participación en esta carrera. Antes que nada también debo explicar que correr una maratón a las 11:30 de la noche es una experiencia muy distinta a hacerlo por la mañana, que es lo normal. El día se hace muy largo y llegas cansado al inicio de la carrera. Además tuve que madrugar (6:45 a.m) porque tenía un curso en Barcelona. Este curso lo hago un día al mes pero precisamente coincidió con la prueba. El horario es de 9 a 2 y de 4 a 8, o sea todo el día. También hay que vigilar mucho con el tema de la alimentación de ese día y lo interesante hubiera sido poder echarme una buena siesta que evidentemente no pude hacer.
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