domingo, 24 de noviembre de 2019

13/14-11-2019 Serra del Montsant

El día 12 de noviembre, y acompañado por Antonio, saliamos de Terrassa en dirección  La Morera del Montsant, para hacer noche en el refugio y dedicar los dos días siguientes a recorrer, en un par de rutas circulares, una parte de estas preciosas montañas. Debido al anticipo de las temperaturas hinvernales declinamos hacer un recorrido por la zona El Verd-Pedraforca-Cadí que yo tenía en mente. Después de valorar otras opciones decidimos venir a la Serra del Monsant ya que el refugio está abierto entre semana en esta época del año, lo cual facilita mucho las cosas.

Vistas desde La Morera
El martes día 12 llegamos al refugio sobre las siete de la tarde. Creo que es el único refugio de la FEEC que está en un núcleo urbano, por lo que se puede llegar en coche.  Lleva sólo un año en funcionamiento por lo que las infraestructutas son bastante nuevas. Aún así no es especialmente acogedor en invierno ya que no tiene un sistema de calefacción muy adecuado para las dimensiones del local. De todas formas, nuestra estancia fue muy agradable, tanto por la compañía de Joan (el guarda), mítico escalador de la zona y que ya había sido guarda del refugio del Cogollons, en la Serra de Prades, como por las dos excelentes cenas de que disfrutamos.

Refugio

Miércoles día 13.

Llegamos a La Morera en un día que había sido excelente, con cielo azul y sol radiante. Desgraciamente para nosotros los dos días siguientes había previsión de lluvia hasta las dos de la tarde aproximadamente. Al levantarnos y mirar por la ventana de la habitación ya vimos que hacía un día gris y lluvioso. De todas formas, y siguiendo la máxima de la Colla dels Grillats: "A la montaña hay que ir aunque no llueva", preparamos las mochilas y bajamos a desayunar.

Grau dels Barrots. Foto extraída de un blog en internet.
La idea inicial era la de subir por el Grau del Carabassal, pero Joan nos dijo la noche anterior que estaba cerrado por los Mossos d´Esquadra ya que las instalaciones son antiguas y precarias. Parece ser que ya hay destinado el presupuesto para volver a equiparlo con mayor seguridad. Mi primer pensamiento fue el de "me da igual, seguro que está como siempre, no creo que haya ningún problema", pero me supo mal hacer el tonto habiéndonos advertido el guarda de la situación. Si yo no hubiera preguntado....Así que cambiamos el Grau del Carabassal por el dels Barrots, y de bajada en lugar de utilizar éste hacerlo por el de Salfores.

Saliendo del Grau dels Barrtots
A las nueve de la mañana y después de un buen desayuno salíamos dispuestos a pasar una jornada montañera bajo la lluvia. Llover llueve. Es una lluvia no muy intensa pero de esa que moja. Subimos a la parte alta del pueblo buscando los indicadores del Grau dels Barrots. Los encontramos con facilidad y seguimos el camino, bien señalizado, que al principio sube suave pero en poco tiempo ya lo hace con decisión y pronunciado desnivel. Me agobia la capucha del gore-tex por lo que a momentos me la quito, pero rápidamento me la tengo que volver a colocar ya que no quiero que se me moje demasiado la cabeza. Antonio parece sentirse más cómodo que yo. Subimos a buen ritmo y llegamos al inicio del grau. Entramos en el estrecho que penetra en las rocas y enseguida nos encontramos con los soportes de hierro encastados en la pared para superar el escalón de unos cuatro metros. A pesar de lo húmedo que está todo lo hacemos sin dificultad y salimos de esta zona atravesando una gran bauma. Llegamos al Balcón del Priorat pero la niebla nos impide ver nada. Me sabe mal por Antonio ya que yo  he estado varias veces por aquí y he podido disfrutar de las maravillosas vistas que la zona nos ofrece, pero él es la primera vez. Tendrá que esperar a otra ocasión para poder recrearse en ellas. De todas formas, la montaña también está preciosa con este ambiente gris y brumoso.

Antonio, muy cerca del Toll de l´Ou
Al llegar a unos palos señalizadores seguimos hacia la derecha las indicaciones de Grau del Carrasclet-Roca Corbatera. Vamos por senderos colgados en la roca. Nos saltamos un desvío a la izquierda que no vemos y seguimos recto. El camino se va introduciendo en una zona que parece más bien un sector de escalada. Llegamos a un punto en que no lo vemos claro. El paisaje es estupendo pero decidimo dar media vuelta. Encontramos el desvío que nos habíamos pasado de largo y, por un estrecho camino entre roca, salimos de esta zona vertical. El camino sigue subiendo, ahora de forma suave y llegamos a la Serra Major. En esta parte el frío se intensifica, al estar totalmente desprotegida, y la lluvia, el viento y la niebla son nuestra compañía. Vamos mojados por fuera pero secos por dentro. Me desoriento un poco ya que no tenemos referencias visuales de ningún tipo y llegamos a un camino evidente con marcas de GR. Paramos debajo del único árbol que tenemos a la vista para sacar el mapa y tratar de orientarnos. Llevamos las manos heladas y los guantes empapados y todo parece complicarse. Seguimos el GR a la izquierda y no tardamos demasiado en encontrar las indicaciones hacia el Toll de l´Ou. Bajamos hacia este magnífico lugar y parece que el clima nos acompaña un poco más. Llueve menos y al descender un poco la sensación de frio también disminuye. Llegamos a una plataforma en el camino que resulta ser un estupendo mirador, con el Toll de l´Ou a nuestros pies. Decidimos bajar aunque no tenemos que hacerlo ya que nuestra ruta no pasa por allí pero este lugar con sus pozas de aguas cristalinas es de visita obligada. Volvemos a subir al camino y hacemos una parada para comer algo. No apetece mucho hacerlo y mucho menos quitarse los guantes y utilizar las manos doloridas e insensibles, pero hay que alimentarse. En todo el tramo anterior no hemos hecho fotografías ya que en estas condiciones lo hemos descartado. Escurro los guantes como si fueran una bayeta de cocina. Después de comer ràpidamente para no coger demasiado frío me los vuelvo a poner. La idea es que la única posibilidad de que se sequen es a través del calor corporal. El clima se empeña en que este concepto no funcione ya que, aunque a partir de aqui dejó de llover, la humedad existente los mantiene mojados y cada vez que me los quito debo repetir la operación de escurrirlos.



Un servidor en una de las pozas del Toll de l´Ou
Aunque ya no llueve, ahora entramos en una zona con mucho bosque y senderos estrechos lo que hace que el roce de nuestros cuerpos con la vegetación nos vaya empapando aún más que la lluvia, especialmente en las piernas. Pasamos por la Font Canaleta, Els Forats y llegamos al Clot del Cirer. Este enclave es un oasis muy cerca de la aridez de la Serra Major, a la altura del Piló del Senyalets. Estamos envueltos en la niebla y esta le confiere a todo los que hay allí (los árboles, nuestros cuerpos) un imagen espectral, fantasmagórica. Volvemos hacia atrás y giramos hacia la izquierda para buscar el Grau de Salfores. Llegamos de nuevo a la Serra Major  aunque solamente la cruzamos y seguimos por el camino que  iniciamos pasado el Toll de l´Ou, el PR-C 14.

Una de las numerosas balmas que se atraviesan
La niebla empieza a disparse y el sol hace un tímido intento de salir para recordarnos que está alli. La previsión era que el sol saldría hacia las dos de la tarde, aunque ya son las tres. A nuestra derecha hay unas enormes vistas de las paredes de este sector. La niebla juega con nosotros y a veces nos permite verlas para que, antes de darnos tiempo a hacerles una fotografía, vuelva a cubrirlas con su manto húmedo. Todo este tramo es precioso y al girar a la izquierda nos encontramos con unos maravillosas vistas de La Morera del Montsant y de todas las paredes que se alzan majestuosas, a nuestra izquierda, presididas por La Falconera. Encaramos el grau de bajada y en muy poco tiempo la niebla desaparece, sale el sol y un cielo azul nos da la bienvenida. A las cuatro de la tarde llegamos al refugio.
Clot del Cirer



Después de comer algo y ducharnos aún tenemos tiempo de visitar algunos pueblos de la zona y hacer algunas compras. Compramos vino en Escaladei, aceite en la Vilella Baixa y nos tomamos algo en un pequeño café en Porrera. Una cena excelente en el refugio con la agradable compañía de Joan, cierra una preciosa jornada.

La Morera dede el Grau de Salfores

Jueves día 14.

La previsión del tiempo en este día era similar al anterior. Lluvia por la mañana y a partir del mediodía una mejoría para acabar en un día soleado. La climatología he hecho que cambiemos nuestros planes iniciales así que la idea para hoy es hacer una ruta circular desde Ulldemolins. Antes de eso repetimos la rutina del día anterior: recoger, preparar las mochilas y desayunar. Un equipo de la 2 de TVE del programa 80 cms. estarán allí los dos siguientes días para filmar diferentes lugares de la zona. Joan ya nos había avisado. Nos despedimos de él dándole las gracias por la excelente atención que nos ha brindado. Cuando ya nos estamos marchando el equipo de TVE nos propone encontrarnos en algún punto y salir en la filmación, pero no nos va bien. Nosotros queremos ir por otra zona distinta a la que se moverán ellos.

Aproximación al inicio del río Montsant
A las 10 de la mañana salimos andando de Ulldemolins. Tengo el recuerdo de la primera vez que estuve en estas montañas y por intuición nos dirigimos hacia el río Montsant. Después de un rato de camino asfaltado, y casi por casualidad, encontramos marcas de GR y a partir de aquí vamos encontrando palos señalizadores que nos serán de mucha utilidad. Pasamos por Santa Magdalena y en poco rato entramos en el camino que transcurre al lado del río y que entra en el Congost de Fraguerau.

El puente barrido por la fuerza del agua
Avanzamos por el río. Los efectos de las tormentas de hace unas semanas son evidentes y por todo el cauce hay un caos de árboles caídos, que arrastrados por la fuerza del agua yacen amontonados en un gran desorden. A todo esto, ha dejado de llover y parece que las nubes hacen un intento de abrirse y dejar pasar el sol. Pasamos por debajo de las rocas características de la zona: Els Tres Jurats. Els Tres Juradets y el Cap de Mort. Apenas podemos ver estas formaciones ya que la niebla decide quedarse. El puente sobre el río para seguir por el GR y que lleva a la ermita de Sant Bartomeu ha sido barrido por las aguas. Nosotros seguimos recto y al poco nos desviamos a la izquierda hacia Els Ventadors. Tenía muchas ganas de pisar esta zona. Había estado aquí hace muchos años y tengo un gran recuerdo de aquella excursión, con un buen número de compañeros de los Amics Caminants de Sant Llorenç. En aquella ocasión lo hicimos de bajada, en un día soleado y después de haber hecho un vivac en el Pi de la Carabasseta. Estábamos descubriendo la zona e íbamos a la aventura.



En esta ocasión lo estamos haciendo al revés y afrontamos Els Ventadors de subida para, un vez instalados en las zonas altas, dirigirnos hacia el Pi de la Carabasseta. Todo este tramo es espectacular. En la subida por Els Ventadors hay un tramo delicado. No es que sea difícil pero que hay que ir con cuidado y más en esta ocasión en la que todo está mojado aunque la roca se agarra bastante bien. Disfrutamos mucho de las vistas a pesar de la niebla y de los rincones que nos vamos encontrando. Es ésta una de las características de estas montañas, en cada giro del camino te puedes encontrar un lugar especial.

Tramo de roca en Els Ventadors

Dejamos a nuestra izquierda las indicaciones del Grau del Llop y en no mucho tiempo llegamos al famoso Pi de la Carabasseta, punto estratégico en el centro de la Serra del Montsant  y cruce de caminos. Nos sentamos a sus pies a comer algo pero rápidamente nuestras manos y pies empiezan a sentir mucho frío. Acabamos rápido y llegamos a la conclusión de que la Serra del Montsant no está muy receptiva a la presencia humana estos días y nos está invitando a marcharnos. Quizás la montaña tiene ganas de disfutar de un día de soledad completa. O quizás las almas que allí habitan han decidido que hoy quieren bailar entre las tinieblas y prefieren no encontrarse con nadie. Como no queremos ser unos invitados pesados decidimos bajar  por el tramo de enlace del GR 171 y descendemos directos hasta Santa Magdalena y desde aqui por el mismo camino que en la ida llegamos a Ulldemolins. Hemos tardado cuatro horas y media en dar esta vuelta.

Pi de la Carabasseta

Vistas de Ulldemolins en la bajada

Nos hemos quedado con ganas de más. Así que tendremos que volver en otra ocasión con mejores condiciones.




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