sábado, 23 de febrero de 2019

17-02-2019 Vallés Drac Race

La verdad es que hoy tenía ganas de escribir sobre el día de ayer. Fué un día donde al margen de disfrutar de la carrera, en esas montañas tan cercanas y estimadas que conforman el Parc Natural de Sant Llorenç del Munt i Serra de l´Obac, mis emociones durante todo el día hasta que me fui a dormir fueron complicadas de gestionar.

Me levanté a las 6 de la mañana para iniciar mi rutina de antes de cada carrera: desayunar, acabar de preparar la mochila y tomar un café. A las 7 salía de casa en dirección a la salida, que tengo en este caso a diez minutos escasos en coche.

La primera sensación que tuve al despertar fue al recordar que mi hija la noche anterior nos había llamado para decirnos que su gato se había escapado de casa y no había vuelto. Es un gato joven y mi hija vive en un primero. Cuando nos lo dijo sentí una punzada en mi abdomen, la misma que volví a sentir al despertar. Era la primera vez que el gato se aventuraba a salir de casa y posiblemente se haya desorientado por lo que no ha sabido volver. Me dió mucha pena enterarme ya que mi hija había acogido dos gatitos (él y su hermana) que estaban en un centro de recogida y que gestionan estas situaciones. No han  tenido mucha suerte de momento en la vida. Han ido de un sitio para otro y cuando parecían tener un hogar estable ha ocurrido esto. Me imaginaba al gato bajo las ruedas de un coche o aterrorizado encondido en algún lugar perseguido por otros animales. También, es verdad, me lo imaginaba en manos de algún alma bondadosa que lo llevaría a algún veterinario donde le leerían el chip y lo devolverían a casa.

Por la mañana miro el móvil a ver si hay algún mensaje que diga que el gato ha aparecido. Nada. Llego a la salida de la carrera con mucha antelación. Recogo mi dorsal, me coloco el chip y me voy a tomar un café a un bar que estaba abriendo en ese momento, más que nada para hacer tiempo. Me tomo mi café y voy al coche a dejar mis cosas y prepararme ya para la carrrera. Una vez hecho esto me encuentro con mi amigo Agustín "Egaramossenaire" y me pregunta si quiero un café. Ya no quería más pero aún así le acompaño al bar y hablamos sobre la carrera. Cuando le conocí no estaba tan fuerte como ahora y salía con él y otros "Egaramossenaires". Ahora ya no me atrevo, tienen demasiado nivel para mí. El antes no hacía carrreras tan largas pero ahora se está animando con las largas distancias. Hablo un buen rato con él y otros amigos suyos y nos dirigimos a la salida. El conoce a todo el mundo y finalmente lo pierdo entre tanta gente. Queda poco para la salida. Dudo si dejarme el paraviento o quitármelo ya. No hace mucho frío y sabemos que durante el día hará bastante calor. Decido dejármelo y esperar a quitármelo en el primer avituallamiento que no está especialmente lejos. Saco los palos de la mochila aunque los llevaré plegados en la mano hasta que empiecen las primera subidas.

Dan la salida entre la euforia general. Los primeros quilometros son llanos hasta salir de la ciudad y vas todo el rato corriendo con más gente. El nivel actual de los corredores es alto y yo me voy rezagando y observo como me quedo bastante atrás. Ya estoy en mi sitio, es mi nivel. Mi objetivo es llegar al primer avituallamiento y a partir de aquí, por caminos más anchos, coger mi ritmo.


Desde el avituallamiento se baja por una pista toda la Carena de Can Sabater. En algunos puntos la vista de la cara norte del Massís de Sant Llorenç es espectacular. La carrera tiene un recorrido circular saliendo de Terrassa en dirección a Mura y volviendo de Mura a Terrassa por la Serra de l´Obac. La segunda parte es más bonita que la primera bajo mi punto de vista pero en los primeros 24 kms también hay lugares de interés, como éste que he comentado. Una vez llegado abajo se alternan tramos de riera, pistas y senderos hasta llegar a la Vall d Horta. Es este un enclave magnífico donde hay vistas de la pancha del Montcau, la Roca Mur y Castelldepera. Antes habíamos pasado por un avituallamiento en el Sot de Matalonga, si no estoy equivocado, donde los dos hombres que estaban atendiéndolo se estaban pelando de frío ya que está situado en un zona muy sombría.

Voy todo el rato trotando pero adelanto a muy poca gente. Deduzco que más o menos todos los participantes están en su sitio. Intento no parar de trotar hasta llegar al avituallamiento del Marquet de les Roques. Ahora hay que subir la Canal del Llor hasta el Collet del mismo nombre. Una subida dura pero no muy larga pero que dosificando el ritmo se sube bastante bien. Llegados al Collet del Llor vamos franqueando para acabar bajando hasta la carretera de Talamanca. No la cruzamos y a la derecha tiramos por un sendero que baja y enlaza con una pista. Ahora sí que atravesamos la carretera y pasamos por la Masía de Sant Lleïr, una casa magnífica con vistas privilegiadas.

Me vuelvo a acordar de Milo, ¿habrá aparecido? me pregunto, mientras bajamos con decisión hacia el pueblo de Mura, donde hay instalado un control de paso y un avituallamiento. Llego en 3 h 33 min.. Pensé cuando pasé por el km 15 (1:51) que llegaría antes pero no ha sido así. O bien el punto quilométrico 15 estaba mal indicado o he tardado demasiado en completar nueve quilómetros. En cualquier caso mi esperanza de acabar en siete horas se desvanece. Como rápido y salgo dispuesto a afrontar la segunda parte de la carrera. Llevo 3 h 40 min.

Desde Mura se baja hasta la riera de Nesprés y al poco enfilamos la subida hasta el Puig de la Balma. Antes de llegar aquí nos desvían a la izquierda y hacemos  un tramo de transición que va enlazando senderos y pistas hasta coger una dura subida hasta el Coll de Boix. Esta es la subida mas larga de toda la carrera pero es bastante llevadera. Llego al avituallamiento instalado un poco antes del coll. Llevo cinco horas y ya estoy en el quilometro 33 aproximadamente. Pienso aquí que el acabar rondando las siete horas vuelve a ser posible. He subido bien y el recorrido hasta Terrassa me lo conozco de memoria. He entrenado muchas veces por estos caminos.


Me animo a mí mismo y me voy diciendo "vamos aprieta, vas bien, tienes fuerza". La verdad es que me siento bastante entero y con ganas. Una vez pasado el Coll de Boix dejamos la carena y giramos a la derecha en direción al Coll de Tanca. Desde aquí pasamos por la Font de la Pola, Coll de Tres Creus (avituallamiento), Turó de la Carlina, Roca del Corb, Turó de Puig Codina y Turó dels Caus Cremats. Me encanta esta zona. Bajamos ahora hasta la pista que enlaza la urbanización de Les Pedritxes con Les Foradades. En el cruce de pistas hay otro avituallamiento. Seguimos la pista a la izquierda en fuerte subida y ascendemos al Turó de les Pedritxes, popularmente conocido como Pico del Aguila. Miro el reloj y soy consciente de que pasaré de largo de las siete horas, Yo me siento fuerte pero mis previsiones no han sido acertadas. O bien he calculado mal o los puntos quilómétricos nos están bien ubicados. Pasó por el turó en 6 h 30 min. En media hora no llegaré pero aún así decido apretar para acercarme al máximo a las malditas siete horas y, como mínimo, bajar de mi marca anterior de 7h 18 min.


Hacemos la preciosa Carena de les Pedritxes en tendencia a bajar con algún repechón hasta coronar el Turó de Sant Joan. Aquí nos dicen que nos faltan cuatro quilómetros. Me empiezo a poner nervioso y a dudar si bajaré de esos 7:18. Al iniciar la bajada varios corredores vienen de frente a mi. Comentan que hace rato que no ven señales y que vamos mal. Yo les digo que no, que alguien habrá quitado las señales pero que el camino es el correcto. Algunos me creen y otros no. Yo sigo para adelante convencido de ir bien. Vamos por un sendero que va franqueando el turó por su falda y a los cinco minutos vemos señales de nuevo. Ya solo toca bajar hasta el último avituallemiento. Casi no me paro y sigo corriendo por pistas y senderos.

El tiempo transcurre inexorablemente. Pasamos por los "Estudis Audiovisuals" también conocidos como "El Sanatorio" por su pasado como hospital del tórax. Sigo corriendo y apretando. Finalmente cruzo la línea de llegada en 7:16:46. No estoy del todo contento aunque la verdad es que me he esforzado bastante y lo considero un gran entrenamiento de cara a la Marató de BCN del día 10 de Marzo. Mi posición ha sido la 105 de 140 llegados.

En la llegado me recibe la gran Anna Cos y el Josep Mirabet, ambos corredores con una gran trayectoria y muy implicadios siempre en mil y un proyectos. Me hace ilusión que me reciban ellos.

Saludo a David, alma mater de esta carrera. Después de unos 10 minutos de espera me dan mi plato de fideuá, la cual devoro con pasión. Miro el móvil a ver si hay noticias del Milo. Nada, sigue perdido. El pobre gato no ha tenido una madre que les enseñe y les acompañe en sus primeros pasos en este complicado mundo. El se ha dejado llevar por el instinto y  la curiosidad pero sin nadie que le guíe.

Me siento triste. Cojo el coche y llego a casa. Me ducho y me echo una buena siesta. Me levanto y empiezo a sentirme nervioso. Hoy juegan la final de la Copa del Rey de baloncesto el Barça y el Real Madrid. Me ponen muy nervioso este tipo de partidos. Lo veo pero sin verlo, haciendo zaping y mirando de vez en cuando. Soy del Madrid y después de ese final de infarto aún me enfado más. Mayte se enfada conmigo porque no estoy por ella, solo estoy en mi mundo y en mis cosas.

En fin, el día acaba raro. Tenía que estar contento pero todo se ha ido enrareciendo y me voy a la cama con la sensación de no saber gestionar las cosas de la vida. No me gusta como soy, pienso, aunque sé que no es verdad, es un pensamiento demasiado radical. Lo que no me gusta es ser del Madrid, aunque este es un tema ya casi de pisicólogo.

Solo pienso que el enfado, el "neguit" que llevo, se me pasará. De eso estoy seguro. Y si aparece Milo todo lo demás no tiene ninguna importancia.

Ah, mi amigo Agustín ha finalizado con una meritoria marca de 6h 26 min. ¡¡Felicidades!!





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