miércoles, 24 de julio de 2019

09-06-2019 Mitja Marató Cursa de la Campana

Por tercer año consecutivo he participado en esta carrera que se celebra en Vacarisses. Es una prueba que está muy bien organizado y en la que siempre disfruto mucho. Además, está cerca de casa y me resulta muy cómodo y agradable el participar. Llevo tres años realizando la Mitja Marató aunque hay otra distancia más corta de 14´7 kms. No es especialmente dura, el desnivel acumulado es de 1540 m. Fui con Javi ya que a él le hacía ilusión correrla, puesto que esta carrera significó, el año pasado, su debut en carreras de montaña.


A las 8 de la mañana dan la salida, no sin antes hacer la foto correcat. Estoy acompañado de Javi y de Albert. Este se marcha enseguida y ya no lo veré más hasta la llegada. Javi se queda un quilómetro conmigo y decide tirar ya que él va más fuerte que yo. La primera parte es muy rápida y te puede hacer creer que la acabarás bastante más pronto. Luego vienen subidas cortas pero explosivas, bajadas técnicas y una subida larga antes de bajar a Vacarisses, que hacen que el promedio inicial vaya bajando rápidamente.



Conocedor de esto, salí bastante conservador y aguanté bastante bien. Durante la parte final mis piernas me pedían a gritos un descanso y yo estaba dispuesto a concedérselo, pero al acabar la carrera, está claro. En lo que llevo de año ha competido mucho y necesito un descanso ya. Aún así quería bajar de las 2 h 30 min. que hice el año pasado pero no pude mejorar las 2:15 del 2017.



Llegué a meta con un tiempo final de 2:24:00 y la posición 61 de 113 llegados. Este año ha habido un descenso notable de inscritos, espero que haya sido algo accidental y que esta bonita carrera se pueda seguir celebrando durante muchos años. 


Javi ha entrado con un timepo estupendo de 2:13:00 y Albert se ha ido a las 2:19:17. Como siempre, ha habido un buen bocadillo de butifarra, coca, donuts y entrada gratis en la piscina con unas magníficas vistas de Montserrat.


martes, 23 de julio de 2019

01-06-2019 Trail Els Bastions 76 Kms +5400

Desde el primer día que vi la información de esta carrera se me quedó grabada en la cabeza. A veces tenía claro que no la haría, que era demasiado para mí, pero en otras ocasiones me decía a mí mismo que adelante, que estaba dentro de mis posibilidades. Así pasé un buen tiempo hasta que un día me decidí a realizar la inscripción. -Ahora ya está, ya no hay marcha atrás-, pensaba. Mientras, las dudas, hacían su trabajo y sembraban en mí un cierto temor, aunque la excitación de pensar en la prueba a veces vencía a los miedos. Esta dualidad de sensaciones se mantuvo hasta el día de la carrera.

Llegué el día anterior aunque no me dio tiempo a recoger el dorsal. Me llevé la cena y dormí en el coche, no estaba la situación para más gastos después del precio de la carrera (80 €). No dormí del todo mal y sobre las 5:15 de la mañana recogía el dorsal, desayunaba y preparaba el material. Era obligatorio llevar los grampones, lo que hizo que me llevara una mochila de travesía ya que los que yo tengo son grandes y pesados. Luego me enteré que los hay específicos para correr y que los míos no eran del tipo que pedía la organización. Sea como sea, llevé los mios a cuestas durante todas las horas que estuve en la prueba. Parece ser que, por primera vez en varios años, se podía realizar el recorrido original, ya que la previsión del tiempo era muy buena.


A las 6 en punto dieron la salida. En las primeras subidas, al salir de Ribes de Freser, se hacen unos tapones que nos obligan a pararnos, pero que rápidamente se disuelven. Tenemos por delante 2200 m de desnivel hasta coronar el Puigmal. Una de mis dudas iniciales era si sería capaz de pasar los primeros controles de paso dentro del tiempo establecido. En el primer avituallamiento, en el Collet (km 8), daban 2 horas y pasé en 1:50. El segundo control, en el Coll de Fontalba, pasé en 3 h y daban 3 horas y media. Primer objetivo cumplido. -Si paso dentro del tiempo el control de Nuria creo que tendré opciones de acabar dentro de las 20 horas que dan de tiempo máximo-, esa era mi creencia. Llegamos al Puigmal y desde allí se divisa buena parte de la Olla de Nuria, que debíamos recorrer entera, pero bajando a Nuria y volviendo a subir por el Coll d´Eina. Está todo nevado por lo que habrá que hacer todos estos quilómetros pisando nieve. Los grampones no hacen falta. La nieve, aunque pisada, no resbala. La bajada a Nuria es larga ya que no baja directamente desde la cima, sino que da un buen rodeo hasta Finestrelles, donde ya se decide a bajar al Santuario. Llego como en 6h 15 min. y daban un máximo de 6:45. He tardado más de lo esperado en este tramo. Ya estoy en el km 26. Aquí hay un avituallamiento bastante completo, con platos de pasta, sandwitches, fruta y todo tipo de bebida. No me puedo parar demasiado ya que quiero mantener algo de margen con el cierre de la carrera.


La subida desde Nuria hasta el Coll d´Eina, es larga, dura y además bajo un sol abrasador. Yo voy haciendo, despacio pero sin parar, pensando (ingenuo de mí) que cuando coronemos empezaremos de nuevo a bajar. No me había estudiado bien el recorrido (exceso de confianza) y había que hacer la Olla entera. Así, y de nuevo pisando nieve, no paramos de bajar y subir, haciendo todos los picos de la zona: Puig d´Eina, Noufonts, Noucreus y alguno más que no recuerdo el nombre. En Noucreus hay un control de paso y aún estoy dentro de tiempo pero tengo dudas de que llegue así en el siguiente control. No hay ningún avituallamiento en esta zona y dosifico bastante el agua pero no puedo evitar quedarme con el bote vacío. El paisaje, eso sí, es espectacular.


Por fin, el camino baja decididamente para buscar el avituallmiento en al albergue Pic de l´Aliga. Llego a las 17 h. totalment deshidratado y con síntomas de tener una "pájara". Han sido 14 kms muy duros, sin avituallientos ni posibilidad de coger agua en ningún punto. Estoy en el km 40 y llevo 11 horas. Necesito recuperarme, pero prácticamente no tengo tiempo, ya que voy al límite del horario de cierre. La situación es la siguiente:

  • Estoy al límite de tiempo, aunque aún puedo seguir.
  • Necesito un poco más de tiempo para hidratarme y alimentarme y que haga su efecto.
  • Detrás mío no llega nadie.
  • Todas las personas que han llegado cuando yo han decidido abandonar.
  • Si decido seguir no puedo abandonar hasta Pardines. Son 23 kms más y hay que subir el Torreneules, bajar el refugio de Coma de Vaca, subir al Coll de Tres Pics, al Balandrau y hacer una bajada muy larga hasta Pardines.
  • Estoy al lado de Nuria, desde donde puedo bajar cómodamente en cremallera hasta el coche.
Decido abandonar. Creo que es la mejor decisión. Sé que luego, en casa, le daré vueltas, pero seguir en estas condiciones sería bastante irresponsable. No tiene sentido, he llegado muy tocado. Hay que reconocer las cosas: la carrrera ha podido conmigo.

Así que todo el grupo que habíamos allí (unas 15 personas) bajamos a Nuria en el "telehuevo" y aquí cogemos el tren cremallera. Una vez en Ribes me dirijo al pabellón donde recojo mi bolsa de vida, me ducho y me como un bocadillo de butifarra. En ese momento estaban dando los premios a los primerso clasificados. El ganador de la Trail ha tardado algo menos que yo, solo que él ha hecho 76 kms y yo 40.

Pensé que le daría más vueltas al hecho de abandonar, (es la primera vez) y que me sentiría mal conmigo mismo. No ha sido así, aunque es evidente que contento no estoy. Me quedo con los 40 kms y los 3500 m de desnivel hechos y los maravillosos paisajes que he visto. El ambiente de la montaña ha sido espectacular. Sé que tomé la decidión correcta en el lugar adecuado. Esto me ha servido para poder afrontar esta maravillosa carrera el próximo año con más garantías.



domingo, 7 de julio de 2019

12-13/05/2019 Marxa Romànica de Resistència de Navàs 83,5 kms

Creo que es la séptima vez que hago esta marcha, una de las clásicas del calendario. La he hecho como entrenamiento para Bastions, por el hecho de hacer quilómetros de una tirada. Aún así, el desnivel es justamente la mitad del que me encontraré en aquella zona. Aquí son 5400 acumulados, los mismos que allí positivos.


A las 5 de la tarde salía de Navás. Mi objetivo era llegar de día al control del quilómetro 30. La verdad es que hasta ahí fue muy bien. De hecho tarde 4 h 34 min para completar esos 30 kms.Antes de ahí ya había pasado por varios avituallamientos. Nada que ver con los de hace unos años. Están más enfocado a lo que la gente de hoy en día necesita, incluyendo todo tipo de bebidas, no sólo agua y vino, como antes. Aún así, en el avituallemiento del quilómetro 20 podías comerte un bocadillo de hamburguesa, cosa a la que no me pude resistir y que mi cuerpo sufrió durante unos cuantos quilómetros. Estaba buenísima, que me quiten lo "bailao".

En el km. 30 me pongo el frontal y me paro poco. Hay otro avituallamiento cerca, en el 34,5, punto donde acaban los participantes de la distancia más corta. Antes de llegar, la música se escuchaba desde lo lejos y había un ambiente festivo y animado. Yo paro a comer algo, tarareo alguna canción, y sigo para adelante. A partir de aqui pierdo un poco la noción de los quilómetros. Mi percepción es que estoy más adelantado, y ese error lo acabaré pagando más adelante.


Paso por más controles, en uno de ellos, los que hacen la distancia de 50 kms se separar de nuestro itinerario. Creo que estoy más cerca de Puigreig, lo que no entiendo es por qué no preguntaba en que punto quilométrico estaba. Una falsa seguridad, propiciada por el hecho de haber completado esta marcha muchas veces, se adueñó de mí, y esta circunstancia no fue nada buena para mis planes.

En dos cruces me despisto y me los salto. En ambos reacciono relativamente pronto y podría decirse que en total habría perdido unos 20 minutos. Sigo sin llegar a Puigreig. En algunos momentos tengo la certeza de que después de un repechón ya aparecerá el pueblo iluminado. Pero no, eso no pasa. Me estoy empezando a desesperar. Creía que estaría allí sobre las 12 de la noche pero ya me convenzo de que no será así al llegar a otro control. Aún me faltan cuatro quilómetros. El personal es gente joven y están claramente de fiesta. Cada vez que llega alguien lo reciben con gritos de júbilo. Y a mí eso me molesta, estoy de mal humor. Finalmente cuando llego a Puigreig son la 1:15. Me encuentro desanimado pero lo peor está por llegar.

Entro en el pueblo sin ser consciente de que han cambiado la ubicación del control. Mi falsa seguridad me lleva por donde pasaba en ediciones anteriores. Me encuentro con un participante perdido, el cual me pregunta si vamos bien. Yo le digo que sí, que ya la he hecho en otras ocasiones pero, con buen criterio, no lo ve claro y no me acompaña. Yo sigo a lo mío, y después de cruzar la carretera, me desvío por unas escaleras que bajan hacia el río. Hay señales de GR y me creo que voy bien. Durante un rato voy tranquilo, a pesar de que no hay cintas en el recorrido, solo las señales de GR. Cuando llevo un buen tramo empiezo a tener dudas. No me suena que el camino fuera así, después de bajar al río enseguida se empezaba a subir de nuevo. Ahora estoy llanenado mucho, por un bosque al lado del río, que parece, la verdad, bastante bonito. Sigo hacia adelante y llego a una colonia de casas y de fábricas. Aún sabiendo que voy mal sigo para adelante hasta que llego a un cruce donde marca que voy por el GR 270. Yo tenía que ir por el 176. Decido, por fin, dar media vuelta. Evidentemente, el hecho de no encontrarme con nadie en el camino de vuelta, me confirma que me he equivocado. Por mi cabeza pasa la idea de abandonar, es como si ya me hubiera desconenctado de la marcha.

Llego, por fin, a Puigreig. Estoy en la carretera y pregunto a una mujer que pasaba por alli si sabía donde estaba el control de la marcha. Me dice que está en el campo de fútbol y me indica la dirección. Llego allí y me peguntan si me he perdido. Les explico lo que me ha pasado. En un principio intento culparles a ellos por algunas errores en la señalización pero la realidad es que estoy enfadado conmigo mismo. Finalmente le digo al responsable del control que ha sido culpa mía. He tomado una serie de malas decisiones impulsadas por esa fasta seguridad que me ha traicionado.  He perdido una hora. Son las 2:15. Pero decido que voy seguir.

Como, bebo e intento aceptar la situación. El pensar que podría estar unos seis quilómetros más adelante me produce frustración. Resprio hondo y cambio el chip. Vamos, no hay para tanto, pienso, total esto es un entreno, en lugar de 83,5 acabaré haciendo unos 90, no está mal. Noto algo de frío. Me pongo el paraviento, los guantes y tiro para adelante. Me quedan unos 34 kms.


De aquí  hasta el final ya no me pierdo más y ni siquiera comento esta eventualidad con los participantes que me encuentro ni en los controles. Voy haciendo al ritmo más alto que puedo. Atravieso la Riera de Merlés, no por donde se hacía años atrás sino por un zona de roca donde el agua baja encajonada en pasos estrechos y se pueden saltar sn problemas. Subimos a Sant Pau de Pinós, la subida más larga de toda la marcha. En este control hay gente joven muy maja que además de atentos se lo están pasando pipa. Sigo para adelante en un tramo de bajadas fuertes hasta llegar al valle. A partir de aquí ya es todo prácticamente por pista pero aún quedan algunos repechones que hacen que no acabe de tener un ritmo alto. Tengo la sensación de que hay bastantes cambios en el recorrido ya que muchos puntos no me suenan. Hace rato que es de día y los campos se muestran espléndidos, con ese verde intenso de la primavera. El final se me hace más largo de lo previsto. Llego a Navás en 15 h 32 min. Me siento satisfecho por mi actitud, es lo mejor que he sacado de esta marcha. Y de que aún soy capaz de "tragarme" 90 kms. del tirón.

Una vez en Navás, y después de recoger el recuerdo, me dirijo a los vestuarios. Una buena ducha de agua caliente marca el final de esta aventura. Bueno, no, aún me falta lo más peligroso de todo, conducir hasta Terrassa después de una noche sin dormir y muy cansado. Lo he hecho otras veces sin problema pero en esta ocasión, y ya cerca de Terrassa, he notado que el sueño empezaba a hacerse dueño de mi. He podido llegar pero si el viaje hubiera sido más largo habría tenido que parar a dormir un poco.

La organización ha sido excelente. Buenos avituallamientos, mucha amabilidad y en general muy buena señalización. Creo, eso sí, que algún cruce podría haberse mejorado