martes, 13 de octubre de 2020

La Garrotxa i El Cap de Creus 5/8-10-2020

Aprovechando que disponía de una semana de vacaciones he estado cuatro días en compañía de mi amigo Antonio y mi hijo Aitor por esas maravillosas comarcas de Girona. En un principio la idea era ir a los Pirineos, pero debido a la nieve acumulada en los últimos días decidimos cambiar el plan y hacer algo más asequible. Pensé en hacer una ruta por el Puigsacalm i Collsacabra, otra por la Alta Garrotxa y dos días de travesía para hacer el Cap de Creus de forma íntegra. Antonio y yo estamos más curtidos en estas lides pero para Aitor era su primera experiencia en este tipo de salidas, de varios días y con bastantes quilómetros y desnivel. Ha aprobado con nota alta, aunque falta saber si querrá repetir una actividad similar después del "tute" que nos hemos dado. Nos han salido, según el Garmin de Antonio, un total de 138 kms. y 7700 m de desnivel positivo. No está nada mal.

Al Puig de Sant Marc. Al fondo el Puig de les Bruixes y el Comanegra

Dia 1. Puigscalm i Santuari de Cabrera. 41 kms + 2828 m. 11 h 30 min.

Salimos de Terrassa temprano y antes de las 7:30 de la mañana estábamos en Joanetes, en la Vall d´en Bas, esperando en el coche que acabara de hacerse claro. Sobre esa hora empezamos a caminar. Yo tenía previsto que la ruta pasara de los 30 kms pero no que superara los 40. Evidentemente, había calculado mal e hicimos una etapa larga y dura. Subimos hacia el Puigsacalm por la Canal dels Gantxos Nous hasta la ermita de Santa Magdalena. Es una ruta muy directa y exigente pero con una vistas espectaculares. El primer tramo de ganchos es bastante vertical y hay que afrontarlo con calma. No es difícil pero un poco expuesto para mi gusto. Suerte que está encajonado en la canal porque si fuera más aéreo, no sé si pasaría. Pasado este primer tramo hay una campana a la derecha ubicada en un cortado espectacular. Si miras por allí te haces una idea de por donde estás subiendo ya que desde abajo parece imposible.

Subiendo al Puigsacalm


Sentados en el cortado, a mitad de la canal del Gantxos

Después de este primer tramo el resto de la canal es más sencilla. Llegamos a Santa Magdalena y vemos las primera vistas de los Pirineos. Esperábamos más nieve, pero la zona más oriental de éstos, no se veía especialmente bañada de color blanco. Seguimos subiendo, ya por camino y antes de hacer cima nos desviamos al Puig dels Llops (1486 m) para ver una nueva panorámica. Es una cima con forma de saliente y en mi imaginación se me aparece la silueta de un lobo aullando con la luna llena de fondo. En fin, la imaginación es libre. En pocos minutos ya estamos en la cima del Puigsacalm (1514 m). Comemos y hacemos unas fotos. En la cima hay un chica y una pareja, que serían de las pocas personas que nos encontramos a lo largo del día. Circunstancia normal. por otra parte, en un lunes del mes de octubre. Bajamos de la cima y vamos en dirección al Tosell Gros dejando a la derecha la ruta normal hacia el Coll de Bracons. Una vez pasado el Tosell Gros y también el Tosell Petit (1408 m) descendemos por una canal con unas cadenas instaladas. Es fácil, están puestas más que nada para dar un poco de sensación de seguridad o si el terreno está mojado. En poco tiempo llegamos al Coll de Bracons (1132 m).

En la cima del Puigsacalm


Atravesamos la carretera y seguimos por un camino ancho pero que al poco tiempo se bifurca. Nosotros cogemos el camino de la izquierda, el que sube para crestear toda la Serra dels Llancers. El primer tramo, hasta el Turó de la Grevolosa, es duro, pero después es un placer carenear toda esta sierra con grandes vistas hacia el Puigsacalm y todas sus paredes. Llegados al Coll de Llancers giramos a la derecha, Vamos perdiendo altura pero con tendencia a la derecha. Vamos en sentido opuesto al que hemos llevado en la cresta pero a menor altitud. No tengo claro si lo estamos haciendo bien. Este tramo es el que tenía menos controlado y paramos a mirar el mapa. Parece que si lo seguimos llegaremos al GR 151.1 y por éste llegaremos al Santuari de Cabrera. No es el trayecto que yo quería hacer pero está bien. Teniamos la sensación de que nos estábamos alejando más del Santuari pero nuestra dirección es correcta. Llegamos al Prat de la Vola y encontramos palos indicadores del GR. A este punto se puede acceder directamente desde el Coll de Bracons y el recorrido es bastante más corto, pero me hacía ilusión que mis compañeros conocieran la Serra dels Llancers.

Vistas del Puigsacalm desde el Turó de la Grevolosa, en la Serra dels Llancers

Después de continuar en la dirección que nos indicaba la señalización y dejar la pista por un camino a la izquierda ya no vimos más señales. En todo el trayecto no encontramos ni una sola marca pintada del GR151.1, lo que propició que tuvieramos dudas y que escogieramos una pista de subida mucho más larga que la que marca el mapa por el GR. Sobre las 3 de la tarde llegamos al Santuari de Cabrera, un lugar estupendo, también con grandes vistas. Allí comemos y hacemos unas cuantas fotos. Las horas se nos echan encima e intuimos que seguir este GR hasta enlazar con el GR2 no será nada fácil. Así que a las 15:30 y ya tras ocho horas de caminada, seguimos de nuevo. 

Vistas desde el Santuari de Cabrera

Bajamos las escaleras y allí, en el Coll de Bram, miramos de nuevo el mapa ya que no tenemos nada claro hacia donde nos indican las señales. Antonio deduce, con buen criterio, que hemos subido por donde tenemos que bajar, o sea que hemos dado una buena vuelta. En una curva de la pista nos desviamos a la derecha hacia la masía de Casanovas dels Racons. Evidentemente no hay ninguna marca del dichoso GR151.1. Tirando de intuición y con la ayuda del mapa llegamos, finalmente, a conectar con el GR2.  Ya podemos respirar tranquilos. Este camino si está bien señalizado y podemos andar a buen ritmo. Pasado un buen rato llegamos a Falgars d´en Bas y entramos en la finca de La Coromina para coger agua de un grifo que hemos visto. Le pedimos permiso a unas personas que había allí, que deducimos que son los propietarios o los que explotan aquella finca. El lugar parece estupendo y las vistas hacia la Vall d´en Bas y el Puigsacalm también lo son. Al salir de allí, un coche detrás nuestro va tocando el claxon. Cuando pasa a nuestra altura la conductora se para y nos dice que no nos pita a nosotros sino a las vacas para que cambien de prado. Seguimos andando y al poco todas las vacas empiezan a mugir a la vez, en una especie de protesta vacuna. La señora pasa corriendo y nos dice que se ha olvidado de abrirles la puerta del prado. Nos giramos y vemos a todas las vacas arremolinadas en la salida, esperando a que la dueña les abriera la puerta. No sé, nos pareció muy curiosa la anécdota. 

Falgars d´en Bas

De aquí a Joanetes seguimos a buen ritmo, pasamos por Sant Miquel de Castelló, donde paramos un momento a conocer el lugar y a las 7 de la tarde llegamos al coche. Me sabe mal por el Aitor, ya que es la primera vez que viene con nosotros y el esfuerzo de hoy ha sido importante. Y aún nos quedan tres días.

Vistas desde Sant Miquel de Castelló

Desde aquí nos dirigimos en coche a Castellfollit de la Roca, donde tenemos reservada una habitación en un hostal de carretera. Nos damos una buena ducha y cenamos como si no hubiera un mañana. Estamos reventados. Y mañana hay que hacer otra dura etapa por la Alta Garrtotxa. Bona nit.

Dia 2. Sadernes-Puig de Sant Marc-Talaixa-Sadernes. 25,210 Kms. +2179 m. 8 h 52 min.

Nos levantamos a las 6:30 de la mañana. A las 7 estábamos desayunando y sobre las 8:10 ya salíamos de Sadernes. De entrada la ruta es fácil, ya que transcurre por la riera de Sant Aniol, al princpio por pista y después de cruzar el Pont de Valentí vamos por sendero bien señalizado. El camino es ondulante pero con tendencia a subir y cruzamos la riera en varias ocasiones. 

Riera de Sant Aniol


Sant Aniol d´Aguja

Llegamos a Sant Aniol d´Aguja, donde paramos a cargar agua. Ahora tenemos que encontrar el camino que sube directamente y que no está señalizado en Sant Aniol. Hay que girar a la derecha en dirección al Salt del Brull pero a pocos metros nace un sendero a la izquierda que sube hasta Can Barrufa. El trazado es perdedor y no está señalizado. A partir de la casa empezamos a encontrar fitas y el camino parece más fresado. Ya no tendremos más problemas y subimos hasta arriba, desviandonos un momento para ver las Balmes d´Ujà. Eso sí, en algún momento hemos tenido que echar mano del mapa. 

En plena ascensión

Balmes d´Ujà

El camino transcurre todo el rato por bosque salvando fuertes desniveles. En algunos puntos la vegetación nos deja ver el paisaje hacia el valle y podemos disfrutar de un entorno salvaje y abrupto. Precioso. Antonio está muy fuerte últimamente y hoy lo demuestra subiendo con las manos en la espalda tan tranquilamente. El último tramo de subida es durísimo. Llegamos, por fin, a la cima del Puig de Sant Marc (1327 m) donde encontramos un numeroso grupo de hombres mayores. Les pedimos información sobre la ruta que queremos hacer pero no nos aclaran nada, sólo que para llegar al Comanegra hay un buen rato. Al principio dicen que tres horas y al final que una hora y media. Aún así, y visto que el tiempo se nos echa encima decidimos no alargar más la excursión. Comemos en la cima y disfrutamos, una vez más, del magnífico entorno que nos rodea.

Vistas desde el Puig de Sant Marc

En un principio nuestra idea era la de ir hasta el Comanegra, pasando por el Puig de les Bruixes y volver de nuevo hasta el Puig de Sant Marc para baixar a Talaixà y desde aquí a Sadernes. Calculamos que si hemos de alargar tres horas más de camino, contando que no nos perdamos en algún punto, cosa que no descartamos, se nos hará demasiado tarde. Teniendo en cuenta también que hemos de hacer noche en Cadaqués y tenemos una hora de coche, mejor llegar al hotel a una hora razonable. Aún así, intentamos localizar el camino para ir hacia el Puig de les Bruixes y no fuimos capaces de encontrarlo. Así que decidimos bajar por donde habíamos subido y desde las Balmes d´Ujà seguir un sendero que baja hasta Talaixà pasando por el Coll de la Balmeta. En este tramo nos encontramos con muchos "rovellons", sanos y robustos. Como no llevamos mucho espacio en la mochila y aún pasarán dos días más hasta llegar a casa, decidimos, con todo el dolor de nuestro corazón (especialmente el de Antonio), no cogerlos y dejarlos allí para que los cojan otros.

Rovellons en el camino, una tentación

Seguimos bajando y por fin encontramos marcas amarillas y un cartel señalizador. Hacia abajo a la izquierda a Talaixà y hacia arriba a la derecha al Comanegra. A priori este es el camino por el que teníamos que haber bajado. Llegamos a Talaixá y me encuentro una imagen muy diferente a la que me quedó grabada hace ya muchos años en una excursión en la que estuve aquí. Entonces la iglesia estaba totalmente derruida y todo estaba extremadamente seco. En esa época vivía allí un señor del área metropolitana de Barcelona, que una vez jubilado había decidido irse a vivir allí, en solitario. En esta ocasión nos encontramos una iglesia reconstruida, un refugio en funcionamiento y el paisaje estaba verde. Me alegro mucho de haber pasado de nuevo por aquí, me ha quedado una muy buena impresión del lugar. Hay buenas vistas del Puig Bassegoda, como en buena parte del itinerario que hemos hecho. Volvemos a comer de nuevo, en un banco que hay en el prado disfrutando del paisaje. Pasamos por el refugio y nos enconramos en un cruce con numerosas indicaciones. Es la madre de todos los cruces. Nos habíamos quejado de la poca señalización que hay en la ruta que hemos hecho y ahora lo entendemos todo, todas la señales se han venido aquí.

Vistas desde Talaixa

Bueno, bromas aparte, desde Talaixà el camino está muy bien definido y baja hasta pràcticamente llegar al pont de Valentí, desde donde volvemo por la pista que habíamos subido por la mañana. Llegamos al coche a las 5 de la tarde. La zona nos ha gustado mucho y, al menos yo, me he quedado con ganas de hacer un recorrido de un par de días, ahora que ya me he situado en ella. Ahora nos queda ir en coche hasta Cadaqués, instalarnos en el hotel, ducharnos y salir a cenar. Lo hacemos en una estupenda pizzeria y pronto estamos de nuevo en la habitación, preparando todo para afrontar dos nuevas etapas por el Cap de Creus.

Día 3. Llança-Castell de Sant Salvador-Roses-Cadaqués. 39 kms. +1772 m. 10 h 30 min.

Cambio de terreno. Después de dos días de montaña tocan dos etapas para dar una vuelta entera al Cap de Creus. Elegí esta zona porque estos paisajes me tienen enamorado y para que Aitor tuviera el placer de conocerlos con detalle. Antonio estuvo de acuerdo. Por lo tanto, sobre las 7 de la mañana salíamos en coche para Llança para dejarlo allí, así que dejamos en el hotel lo imprescindible para esa noche: ropa de recambio y la comida del día siguiente. El resto se quedó en el coche. En Llança desayunamos y sobre las 8:15 salíamos en dirección a Sant Pere de Rodes. Saliendo del pueblo localizamos las señales del GR11 e iniciamos la subida.  Las vistas sobre Llança y el mar van mejorando a medida que subimos y empieza a sobrarnos ropa. Llegamos al Coll de Perer y un poco más arriba seguimos por pista a la izquierda, en dirección a Sant Pere de Rodes. 

Llegando a Sant Pere de Rodes


El Golf de Roses desde el Castell de Sant Salvador

Llegamos allí y seguimos subiendo hasta alcanzar el Castell de Sant Salvador (682 m), uno de los mejores miradores de la Costa Brava. Paramos un momentos para disfrutar desde esta enorme atalaya de las preciosas vistas que nos ofrece: hacia un lado el Golfo de Roses y toda la planicie de l´Alt Empordà y hacia el otro El Port de la Selva. Seguimos avanzando por todo el cresterío hasta llegar al Coll de Sant Genís. Aquí giramos a la derecha y bajamos en dirección Roses, entre campos de olivos. Cruzamos la carretera de Cadaqués y seguimos por sendero hasta un punto en el que llegamos de nuevo a la carretera, donde hay palos señalizadores. Como no vemos ningún sendero y dada la proximidad del pueblo decidimos seguir por ésta, hasta llegar al centro de Roses y al mar. Llevamos unas 4 h 45 min. de marcha y algo más de 17 quilómetros. Paramos a comer algo en el paseo marítimo y cogemos agua de las duchas de la playa. Ahora nos queda seguir toda la linea de la costa por el GR92 hasta Cadaqués. Son algo más de 21 kms. y 1000 m. de desnivel positivo ya que el camino es un sube y baja constante que pasa por todas las calas y playas de la zona. 

Vistas desde el camí de ronda. GR92


Vamos disfrutando del maravilloso paisaje marítimo que  la zona nos ofrece. Lástima de los excesos urbanísticos. Paramos a comer algo en Cala Montjoi y más adelante nos damos un baño en Cala Calitjas. La tentación era demasiado grande y hacia calor. No todo va a ser andar. Después de secarnos seguimos andando.




Llegamos al inicio del Cap de Norfeu y bajamos a Cala Jóncols. Desde aquí nos queda la última subida, la más larga de todo este tramo y bajamos hacia Cadaqués, donde llegamos pasadas las 18:30. Lo hacemos un poco eufóricos, quizás por la energía que nos ha dado el baño en el mar. Nos tomamos algo en el casino antes de subir de nuevo a la habitación del hotel para ducharnos y bajar a cenar. En el momento de euforia de la llegada habíamos decidido que después de cenar iriamos a tomar algo a un bar musical, pero después de cenar nos volvió a poseer el cansancio y sobre las 22:30 ya estábamos tumbados en nuestras camas dispuestos a descansar. El ambiente de Cadaqués era muy tranquilo, con ausencia casi total de turistas. Se podía escuchar el sonido del mar. Y así, con ese ambiente, sabiendo que al día siguiente tocaba seguir disfrutando de este maravilloso rincón del mundo, nos dormimos plácidamente. 

Llegando a Cadaqués

Día 4. Cadaqués-Far del Cap de Creus-Port de la Selva-Llança. 33 kms. +940 m. 8 h 10 min.

Hoy nos tocaba la etapa más asequible. Pasadas las 7 de la mañana nos encontrábamos en el casino de Cadaqués con la intención de desayunar algo. A esa hora aún no tenían pan por lo que nos tuvimos que conformar con un café con leche y un croissant. Salimos y seguimos las marcas de la marcha 24 hores Cap de Creus (franjas roja y verde), una marcha de 87 kms. que recorre gran parte de estas tierras y que yo completé en el año 2015. Pasamos por Port Lligat y después un sendero nos conduce hasta el Far del Cap de Creus, al que llegamos en 1 h y 45 min. aproximadamente. Hemos visto salir el sol y eso mantiene nuestro espíritu alegre. 

Cap de Creus


Aquí nos empapamos de las vistas y ya seguimos por las marcas rojas y verdes y las del GR11 por el interior del Cap de Creus, por un paisaje de baja vegetación y salpicado por masías, mayormente abandonadas. Paramos a comer en el Mas dels Rabassers, aprovechando una sombra de los árboles y un poyete en la pared de la casa. Nos sentimos bien allí. El lugar es tranquilo y reina un gran silencio, roto por los sonidos de los pájaros que se dan un festín a costa de los insectos del lugar. El calor aprieta cuando empezamos de nuevo a andar y después de una fuerte bajada seguida de una fuerte subida llegamos a Mas Paltré y al poco rato a la ermita de Sant Baldiri, donde aprovechamos la existencia de unos bancos con sombra para beber agua y comer unas barritas.

Mas dels Rabassers

Parada en Sant Baldiri

Al rato dejamos las marcas rojas y verdes que se van a la izquierda y nosotros seguimos las del GR11 que llegan al Port de la Selva pasando por Cala Tamariua. Aprovechamos para explicar a Aitor algunas batallitas de nuestra época de tierna juventud por estos parajes. El Port de la Selva no ha cambiado tanto como otros lugares. En el pueblo paramos a tomar un refresco y seguimos por el GR (y también de nuevo por marcas rojas y verdes) por el magnífico camino de ronda que lleva hasta Llança. En este tramo vamos muy contentos, seguramente además de por la belleza del lugar también por la proximidad del final de nuestra aventura, más que nada por poder descansar y comentar los pormenores y vicisitudes del camino. Pero bien es verdad que una vez finalizada la aventura ¿qué nos queda?, sino imaginar nuevos proyectos, nuevos caminos, nuevos paisajes.. Antes de llegar al final  y pasado el Far de s´Arenella nos dimos otro baño en una cala, en ese momento desierta. El agua estaba estupenda. Otro momento de euforia. En esta jornada vi a mis dos compañeros de viaje disfrutar mucho del entorno y eso a mi me hace feliz. Pasadas las 15:30 llegamos a Llança y nos paramos a tomar unos refrescos acompañados de unas bravas y unos calamares a la romana. Digno colofón a una estupenda aventura de cuatro días.

Cala Tamariua, llegando al Port de la Selva

Entre El Port de la Selva y Llança

El último baño

Final.

Varias conclusiones o aprendizajes he sacado de esta experiencia. El primero sería que mi cuerpo ya no está para ir tan rápido como no hace demasiados años. El tiempo pasa pero los quilómetros parecen más largos. No soy capaz ni de acercarme a los promedios que hacía en los marchas o maratones de montaña y aunque eso no me preocupa he de planificar los recorridos en función de esta nueva realidad. También he aprendido que si un día quiero hacer una travesía larga como el GR11, o más aún, llegar hasta Finisterre desde el cap de Creus, hay que dosificar muy bien el esfuerzo. Como tarde mucho en jubilarme o en encontrar el tiempo para hacerlo no sé si seré capaz. El segundo sería que no todo es andar. Hay que disfrutar del entorno, con las paradas que se merece si es necesario y acabar la etapa a una hora razonable para poder disfrutar del descanso y poder relajarse. Como mucho a las 5 de la tarde. He disfrutado mucho de la compañía. Estoy acostumbrado a realizar proyectos en solitario si nadie me acompaña, pero el hacerlo con personas queridas hace que disfrutes más y que las emociones sean más intensas y duraderas. Otra cosa importante es que me reafirmo en lo que ya he comentado en diversas ocasiones y es que levantarte por la mañana y saber que no tienes otra cosa que hacer más que caminar durante todo el día es maravilloso. Desaparecen los probemas o preocupaciones de la vida cotidiana, la vida se vuelve fácil y vives el día aprovechando cada momento. Los únicos obstáculos son los que te plantea el camino y te centras en resolverlos sobre la marcha.

Y por último que ya tenemos un nuevo plan. No sabemos cuando lo haremos porque en mi trabajo es complicado tener más de dos días de fiesta pero Antonio y yo nos hemos quedados prendados con la Alta Garrotxa. No sabemos si Aitor se atreverá o ya ha tenido bastante con esta experiencia, quizás demasiado dura para él, aunque ha aguantado perfectamente. En fin, el tiempo lo dirá.








domingo, 9 de agosto de 2020

Vacaciones 2020


Llança-Costa Brava

Dos días después de la aventura del Vignemale, me marché con Mayte a la Costa Brava, más concretamente a Llança. Durante los diez días que estuvimos allí disfutamos de unos estupendos parajes con mucha menos afluencia de personas de lo que es habitual para estas fechas. Debido a la pandemia del Covid 19 no hemos sufrido agobios, colas, ni aglomeraciones. Si no fuera por lo dramático de la situación y por el uso de la dichosa mascarilla, podría decir que ha sido un auténtico lujo disfrutar de las playas, restaurantes y lugares de interés, que la zona ofrece. En lo que respecta al contenido de este blog, salí varias veces a correr por el estupendo camino de ronda que va de Llança al Port de la Selva, además de hacer un par de salidas de algo más de envergadura. El lugar ofrece muchas posibilidades pero me centré más en disfrutar de la compañía de Mayte, de la gastronomía de la zona y de los baños en diferentes calas y playas, que no en recorrer caminos de ronda y el maravilloso Cap de Creus. Para quién le interese, existen muchas rutas magníficas.

Faro en el camino de ronda, entre Llança y Port de la Selva
Dalí con mascarilla, en Cadaqués

Una de las salidas que llevé a cabo la inicié en Port de la Selva. Dejé el coche en el parking de la playa con la intención de ir hasta Cala Taballera. Para ello seguí las marcas del GR11 y me desvié un poco para contemplar de cerca la Cala Tamariua. Me hacía ilusión volver a ver estos parajes. La primera vez que estuve en Port de la Selva yo tenía 17 años y estuvimos por aquí en una tienda de campaña. En el mar, en el tramo que va del Port de la Selva hasta esta cala, había una palanca de madera, a modo de trampolín, y nos tirábamos horas allí, lanzándonos de cabeza al mar, con una sensación de absoluta libertad. Estuvimos yendo allí al menos tres años, las primeras veces en tren desde Barcelona a Llança y desde aquí en autobús hasta el Port de la Selva. Eran tiempos muy distintos a los actuales. En la actualidad y desde hace bastantes años, la palanca ya no existe, supongo que por miedo a que ocurra algún accidente.

Cala Tamariua

Bueno, seguí el GR11 hasta Mas Paltré, pasando antes por la Ermita de Sant Baldiri. En Mas Paltré se abandona el GR, que nos conduciría al Far del Cap de Creus, y se sigue una pista a la izquierda hasta una pequeña zona de parquing. Desde aquí baja un sendero hasta la Cala Taballera. Era uno de esos días en los que la bruma sale del mar, dando una sensación misteriosa a la zona, como envuelta en vapor.

Cala Taballera

Para volver, deshice el camino de ida pero, al pasar por Sant Baldiri, decidí seguir las marcas de la marcha 24 hores Cap de Creus. Esta magnífica marcha la completé en una ocasión. Es una ruta de 87 kms  que recorre gran parte del territorio desde Llança, primero en una vuelta de 26 kms. hacia el norte (Platja del Garbet, Puig Esquer) para volver a Llança y después en otra vuelta de 60 kms. hacia el sur (Sant Pere de Rodes, Sant Salvador, Cadaqués, Cap de Creus , Port de la Selva y Llança). Las marcas son de color rojo y verde y se pueden ver por muchos tramos de la zona. Estas me hicieron llegar al Port de la Selva por el interior. Me salieron un total de casi 17 kms. y calculo que unos 600 m de desnivel positivo o quizás algo más. Tardé 2 h 40 min.

La siguiente salida destacable fue la de subir desde Llança por el GR11 hasta Sant Pere de Rodes, pasando por Coll de Perer. Hasta este punto se sube por un sendero y a partir de aquí se sigue por pista. Una vez en Sant Pere de Rodes, seguí subiendo hasta las ruinas del Castell de Sant Salvador, magnífico mirador del golfo de Roses. Un lugar espectacular. En total se hacen 682 m de desnivel desde Llança.

Golf de Roses, desde las ruinas del Castell de Sant Salvador
Vistas hacia El Port de la Selva

Bajé de nuevo hasta el monasterio y desde aquí descendí por el sendero que recorre la Vall de Santa Creu hasta el mar, desde donde tomé el camino de ronda hasta el apartamento que teníamos alquilado en la Cala del Cau del Llop. Pasadas las 10 de la mañana ya estaba de vuelta, ya que para evitar pasar demasiado calor salí a las 7 de la mañana. Es un estupendo recorrido que se puede alargar bajando por el camino que lleva a la Selva de Mar y el Port de la Selva. En total me salieron 17,7 kms y tardé 3 h 05 min. 

Vistas desde la terraza del apartamento

Les-Vall d´Aràn: Montardó (2837m)-Tuc de Molières (3010

La segunda etapa de las vacaciones la hicimos en la Vall d´Aràn, más concretamente en Les. En esta ocasión, además de Mayte, nos acompañaba nuestro nieto Quique. El fin se semana esperabamos la visita de nuestro hijo Aitor, con la intención de hacer la ascensión al Montardó. Antes aprovechamos para hacer un par de excursiones en coche y visitar los magníficos enclaves de Pla de Beret y Montgarri el primer día y la Artiga de Lin y Uelhs deth Joèu, el segundo.

Montgarri
Artiga de Lin


Uelhs deth Joèu

El sábado 1 de Agosto, a las 6 de la mañana nos levantamos para conducir hasta Arties y subir la pista hasta el aparcamiento de Pont de Ressec. A la 7:30 empezamos a andar, primero por pista hasta Pontet de Rius. Este tramo se puede hacer en taxi y te puedes ahorrar esos 2,5 kms de pista, aunque nosotros lo hicimos andando, como siempre que he estado aquí. A partir de aquí, el primer tramo es una subida de unos 500 m de desnivel. Es un sendero que, entre bosque y haciendo zig-zag, nos deja en Era Restanca, con su correspondiente lago y el refugio del mismo nombre (2010 m). Desde el coche hasta aquí hemos tardado 1h 15 min. aproximadamente. Nos paramos un momento para contemplar el entorno y comer un plátano.

Llegando al refugio de La Restanca

Seguimos subiendo hasta el Estany de Cap de Pòrt (2246 m) uno de los lagos más bonitos de la zona. Sin parar, seguimos subiendo hasta el Port de Rius o Coret de Oelhacrestada (2475 m). Aquí hay un cruce de caminos desde el que se puede seguir hacia el Refugio Ventosa i Calvell, hacia Colomers o subir al Montardó. Nos paramos a comer algo, con el Estany de Monges a nuestros pies. El lugar es estupendo, todo verde, con las vacas pastando tranquilamente. 

Port de Rius y Estany de Monges

Reanudamos la subida, desde aquí marca 1h 15min. hasta la cima. El paisaje se va abriendo cada vez más y llegamos al Cóth de Montardo (2763 m). Ya solo nos queda un último tramo de subida. En pocos minutos estamos en la cima (2837 m). Hemos tardado un total de 3h 30 min. Las vistas son maravillosas, con los lagos que hemos ido pasando a nuestros pies y enfrente a la derecha el Macizo de la Maladeta y a la izquierda los Besiberri. Es uno de los picos con mejores vistas en los que he estado nunca.

Desde la cima del Montardó: Los Besiberri y Estany de Mar

Desde la cima del Montardó: La Maladeta

La bajada la realizamos con calma. Primeros nos paramos un rato en el Estany de Cap de Pòrt donde nos tumbamos en la hierba y nos refrescanos en sus aguas cristalinas. Después nos paramos a tomar algo fresco en el Refugio de la Restanca, para ya sin más, bajar de nuevo hasta el coche. 

Estany de Cap de Pòrt

El lunes 3 de Agosto realicé mi segunda ascensión: el Tuc de Molières. Aún madrugué más que el sábado anterior, me levanté a las 5:30. En esta ocasión iba solo. Dejé el coche en el parking que hay justo encima de la boca sur del Túnel de Viella, a unos 1600 m de altitud. Para acceder, viniendo desde Viella, y una vez atravesado el túnel, hay que seguir hacia abajo y estar atento a un cambio de sentido para volver a circular en dirección a éste y antes de llegar coger una especie de vía de servicio a la derecha, la cual te deja en el aparcamiento. Hay indicaciones para ir hacia el Tuc de Molières y a otros lugares de la zona. A las 7 de la mañana empezaba a andar. Después de unos 15 minutos de pista el camino se convierte en sendero y empieza a progresar en subida. Primero transita por bosque, después se superan un par de cascadas por su derecha y ya se entra en el circo. El camino sube, salvando el desnivel, haciendo zig zag. Todo el rato esta marcado con hitos, no hay otro tipo de marcas. Por este tipo de terreno acabo llegando, en dos horas de subida, al Refugio de Molières (2391 m). 

Refugio de Molières
Circo y cima del Tuc de Molières

En realidad, no hace falta llegar a él, ya que el camino sube pegado al primero de los Estanhots de Molières. Como algo en este punto y observo el terreno. Es una caos granítico. No acabo de saber cual es el pico, por lo que saco el mapa para orientarme. Continúo siguiendo hitos pero en algún punto tomo un camino que no es el correcto. El hecho de estar también marcado con hitos, aunque en menor proporción que el camino principal, hace que me confíe y lo siga un buen rato. Empiezo a pensar que no llevo la dirección correcta, me estoy desviando demasiado a la derecha. Me paro de nuevo a observar el terreno y veo a dos personas bajando por la canal que conecta con la cima. Inmediatamente tomo esa dirección, franqueando a media ladera por una pedrera, la cual, afortunadamente, es bastante estable y retomo el camino correcto.  Progreso sin bastones ya que lo hago mejor sin ellos cuando voy por piedras. El camino se empeña en seguir subiendo y obstinadamente va encontrando la manera de hacerlo. Llego a la base del Coret de Molières. Ahora toca hacer un grimpada, fácil pero algo expuesta en algún punto. Los hitos desaparecen. Cuando estoy llegando arriba y voy a pasar al otro lado de la cresta, se me pasa por la cabeza la posibilidad de haberme equivocado y encontarme, al otro lado, un impresionante cortado. Afortunadamente no es así, y paso cómodamente al otro lado y desde aquí, en unos pocos minutos, llego a la cima: Tuc de Molières (3010 m). Desde aquí las vistas de la Maladeta son estupendas. El macizo se encuentra muy cerca. A la otra banda, hay unas grandes vistas de todo el circo de granito por el que se sube, con los Estanhots de Molière e incluso se ve todo el valle, hasta donde está el coche, en la boca sur del Túnel de Viella. He tardado algo más de 4 horas, debido en parte a ese momento de desorientación que he tenido.

En la cima del Tuc de Molières o de Mulleres

La Maladeta desde la cima

Arriba me encuentro con dos parejas y nos hacemos fotos mutuamente. Les comento mi preocupación por tener que dresgrimpar esa último tramo de subida. Ellos me dicen que es más fácil de lo que parece. Aún así, estoy poco rato en la cima y decido afrontar cuanto antes la bajada. Cuando me asomo al tramo que tengo que descender me impresiona. Pero no dudo ya que teno que hacerlo sí o sí.  En el primer paso hay que situarse bien de cara a la roca, pero una vez bajados esos primeros dos o tres metros, el resto es bastante sencillo.

Tramo de grimpada antes de la cima

Vistas de toda la ascensión. Al fondo está la zona de aparcamiento en la boca sur del túnel de Viella

Ahora sí que bajo por el camino correcto. Empiezo a encontrarme con grupos que suben. Casi todos me preguntan. Me paro en el lago que hay más cerca del refugio para beber, relajarme un poco y mirar la montaña que acabo de ascender y de todo el caos de roca que la forma. Continúo bajando y me sigo encontrando a personas, en grupo o en solitario. Me sorprende que la gente suba tan tarde en pleno verano, aún así la altitud hace que el calor sea soportable. Voy llegando a las zonas más bajas y a las 14:30, después de 7 horas y media, llego al coche. 

Se han acabado las ascensiones, ya he tenido bastante por este verano. Pero le debo a mi nieto Quique, de nueve años, una salida. La idea es subir hasta el estany de Cap de Pórt, otra vez, pasando por Era Restanca y pasar allí un buen rato y darnos un buen baño. Subimos muy bien, aunque antes de la Restanca, el niño ya empezó a preguntar si faltaba mucho. Desde aquí y hasta nuestro destino, él se puso delante y marcó el ritmo. Tardamos unas dos horas y cuarto desde el coche. 

Estany de Cap de Pòrt
Bajando a Era Restanca

Hacía un día esutpendo, soleado, pero corría una brisa fresquita que no invitaba al baño. Por lo tanto nos limitamos a mojarnos los pies, refrescarnos un poco, comer unos bocatas y hablar de nuestras cosas tirados en la hierba. El lugar me cautiva. Estoy realmente enamorado de este enclave, por eso lo he elegido. Me hacía ilusión que el Quique conociera un lugar tan estupendo. Después de algo más de una hora bajamos al refugio y nos tomamos algo fresco. En la parte de atrás del refugio hay unas mesas y puedes tomarte algo allí e incluso comerte unas bravas. Todo un lujo para estar en alta montaña. Después de nuestro vermut, decidimos bajar hasta el coche y volver a Les, tan ricamente.