El pasado sábado celebramos la tercera edición de nuestra querida Merienda Rock. La idea inicial era sencilla: quedar un sábado por la tarde en algún lugar al aire libre donde poder escuchar música y de paso hacer un poco de pícnic. El primer año lo hicimos en el merendero de la cantera de Can Candi aunque llevar allí un equipo de música que suene mínimamente potente es un poco problemático. Fuimos pocos y lo pasamos muy bien aunque estuvimos mucho rato sin música ya que el aparato no funcionaba correctamente. Andrés propuso hacer la segunda edición en su casa, en Vacarisses, pero a última hora decició hacerlo en un parque de al lado y la idea salió redonda. Por eso este año hemos decidido repetir enclave y fórmula. Creo que el mantenerlo sencillo, sin grandes montajes, es parte del éxito de este evento. Si lo mantenemos simple lo podremos hacer muchos años más.
En esta ocasión han asistido personas por primera vez y han habido también ausencias notables. Me gustaría que esta cita estuviera marcada como prioritaria en el calendario de todos pero entiendo que la vida nos separa y nos acaba llevando a cada uno por un camino distinto. Hay quien de vez en cuando le apetece o le motiva salirse por un ratito de ese camino y reunirse con personas de otras época y otros no lo sienten así y tienen otras cosas que hacer. Todo es respetable y aquí hay que aplicar aquello de vive y deja vivir. En mi caso puedo decir que sí que es importante juntarme con personas con las que tuve el priviliegio de compartir momentos importantes de mi vida. Años donde estábamos predispuestos a pasarlo bien y donde le sacábamos jugo a cualquier situación de la vida. Años de gran excitación interior y de compartirlo todo con "tu gente". Con la mayoría de estas personas cuando las veo me sigo sintiendo igual de cercano a ellas que antes y noto que el tiempo no ha roto ese vínculo tan especial.
Bueno, dejando todo ese rollo de lado, creo que la Merienda Rock de este año estuvo bien, Pienso que la mayoría de los que vienen lo hacen con buen ánimo de espíritu y sobre todo con muchas ganas de hablar, Es un momento de reencuentro donde la música es una excusa aunque a veces, cuando suena algún tema especial, algunos dejen la conversación y durante unos minutos se cuelguen la guitarra imaginaria y se dejen llevar por la melodía o por un sólo de un tema de Lou Reed o de Rush. En esta edición sonaron también Deep Purple, Lez Zeppelin, Lynyrd Skynyrd, Ted Nugent, Janis Joplin, The Doors, Black Sabbath y Ozzy, Rory Gallagher, Neil Young, Allman Brothers y muchos más, todo en formato vinilo. Al principio temimos por el clima ya que hacía viento y estaba nublado pero poco a poco se fue arreglando y acabó siendo una noche de verano en toda regla.
Creo que el año pasado hubo más ganas de fiesta y en esta ocasión hubo más ganas de hablar. Todo es válido y esa es la idea, que todo el mundo se sienta cómodo. A nivel personal y para otro año me gustaría poder dedicar más rato a estar con vosotros ya que con el tema de "pinchar" estuve casi toda la velada por este menester y no me pude relacionar como me hubiera gustado. Reconozco que eso de poner música me gusta mucho y lo disfruto. El año que viene os pido que alguien me pare los pies y me mande a darme una vuelta. Cada año me empeño en poner un tema de Focus pero nadie le hace ni puto caso y a mi me parece un temazo. Menos mal que este año estaban el Wester y el Claudio que sí lo supieron apreciar.
En definitiva, espero que esta edición de la Merienda Rock haya respondido a las expectativas de todos lo que habéis asistido y también espero que los que no hayáis venido y leaís esta crónica os dé mucha envidia y así el año que viene seamos muchos más.
Hasta el 2015 y larga vida al rock (sin adjetivos). Hasta entonces besos abrazos, carantoñas y achuchones varios.
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