La Cursa del Barri de Sant Antoni no me fue del todo bien. Quizás mis expectativas eran demasiado altas. Quería intentar el sub 40 y me uní a la barqueta sub 39 de corredors.cat. Más que nada lo hice por intentar ganar tiempo en la primera parte de la carrera. El primer km fue bastante caótico ya que había mucha gente en el cajón que no le correspondía. Yo estaba en el cajón 2 ( entre 38 y 41) pero había muchas personas con dorsales de otros cajones. A partir del km 2 pude empezar a correr más o menos bien y en el 3 ya empecé a perder contacto con mi liebre, el mismo personaje que en la Marató de Castelló, un tío muy majo la verdad. Ya vi que las piernas no me daban para más y aunque pasé el km 5 en 20:02 ya sabía que mi ritmo iría a menos, y efectivamente así fue. Fuí perdiendo fuelle y al final entré en 41:16. Demasiado lejos de mi objetivo. No puedo pretender empezar a entrenar después de 15 días de descanso y en dos semanas estar al cien por cien y hacer MMP. Y en cada diez mil que corro soy un año más viejo. En fin, no me puedo quejar, quedé el 617 de 3750 llegados. La carrera no me gustó mucho. Había demasiada gente y tuve que hacer mucha cola para recoger mi bolsa y no me pude duchar porque era imposible encontrar un lugar en el vestuario. La verdad es que volví a casa un poco frustrado. De cara a Terrassa quiero probar el sub 1:30 pero las sensaciones de este domingo me generan muchas dudas.
De cara al resto de la temporada ya tengo el calendario hecho ( inscripciones y todo ) hasta Junio donde intentaré completar la Ultratrail Emmona de 106 Kms y 8300 m de desnivel positivo. Todo en el marco incomparable de la comarca del Ripollés y ascendiendo al Puigmal, Pic de l´Infern, Bastiments i tal. Este será mi principal objetivo de este año. Después de Terrassa me tengo que poner las pilas con la montaña.
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