Por eso me molesta mucho todo lo que se ha montado ahora alrededor de su muerte. Su figura es alabada por todos los mandatarios del mundo, indistintamente de su color político. Me da mucha rabia. Nelson Mandela defendió la igualdad de oportunidades para todos y la mayoría de los que le elogian públicamente favorecen los intereses del capital, no de las personas, y tenemos ejemplos cada día, aquí en nuestra casa. No soporto tanta hipocresía cuando todos vemos que la política que se quiere imponer en el mundo es precisamente la contraria a la pregonaba Mandela.
También creo que en el fondo se han aprovechado de él. Lo liberaron y de alguna forma, seguro que con otras palabras le vinieron a decir: aquí tienes un país, vas a ganar las elecciones, es lo justo porque además eres uno de los nuestros, nosotros pensamos como tú, tus valores son nuestros valores. Y así, todos los que habían permitido la existencia de un régimen tan salvaje como el “apartheid” quedaron como demócratas de toda la vida. Y todo quedó atado y bien atado. ¿Os suena de algo?
Recuerdo que en año 1986, unos
años antes de su liberación, el músico Paul Simon publicó un disco excelente de
título “Graceland”. Su gran pecado fue que lo grabó con músicos sudafricanos y utilizó unos estudios de este país. Incluso la ONU quiso vetar el disco
porque se había atrevido a romper el embargo cultural al que estaba sometido
Sudáfrica y prohibía a los artistas actuar en este país pero se dieron cuenta
que en realidad estaban perjudicando a los músicos del país, que en realidad
eran las víctimas del sistema. También existía un veto deportivo y sus
selecciones no podrían competir internacionalmente pero seguían teniendo
relaciones comerciales con muchos países y esto no representaba ningún
problema. Muchos de los que ponen a Nelson Mandela como ejemplo contribuyeron a
perpetuar el régimen fascista del “apartheid” e hicieron negocios con
Sudáfrica, especialmente con la venta de diamantes. También muchos blancos
fueron víctimas de este régimen como se puede ver en el fabuloso documental “Serching
for Sugar Man” que ya he recomendado en numerosas ocasiones. O sea, que las
represalias que la comunidad internacional tuvo con el régimen sudafricano
fueron de carácter cultural y deportivo. ¿Alguien entiende algo?
Imagino que Mandela no era tonto.
Conocía la realidad de su país mucho mejor que yo y sabía cómo iban a ir la
cosas. Supongo que intentó evitar un baño de sangre y eso le honra. Seguro que
Sudáfrica ha mejorado mucho y que los habitantes de raza negra han recuperado
su dignidad como personas. Es mucho, que nadie piense que no lo valoro, pero
aún queda mucho camino por hacer. El dinero sigue en las manos de los de
siempre, las desigualdades sociales son enormes y hace un año todos recordaréis
como la policía abatía a tiros a 46 mineros durante una huelga. Todavía están
en el inicio del camino si realmente quieren tener igualdad de oportunidades.
Y mientras tanto, toda esta
gentuza, políticos al servicio del dinero, periodistas de extrema derecha y
toda clase de malhechores de traje y corbata seguirán diciendo que los valores
de Nelson Mandela son sus valores y harán discursos alabando su figura.
¡¡¡Qué pena!!!
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